HOY HA
SALIDO A LA PALESTRA DE LOS NOTICIEROS ESTA DEMANDA DE PARTE DE LA IGLESIA
CATÓLICA PRACTICA ABITUAL EN SU SENO DESDE SU FUNDACIÓN.
A
CONTINUACIÓN EXPONGO UN EXAMEN SOBRE EL TEMA DE ESTAS PRACTICAS EXPERITISTAS,
¿LAS APRUEBA LA BIBLIA? ¡¡VEAMOS!!
http://www.que.es/ultimas-noticias/curiosas/201305232051-arzobispado-madrid-busca-exorcistas-para-cont.html
El Arzobispado de Madrid quiere formar sacerdotes
exorcistas por la demanda que existe en ese campo. Actualmente no hay
sacerdotes con esa formación específica en la Comunidad de Madrid.
Agencias 23
de mayo de 2013
El
Arzobispado de Madrid está estudiando formar a sacerdotes exorcistas para
cubrir el vacío que existe en la capital y ante la demanda que siempre
ha habido y sigue habiendo.
"Es un
tema que está en estudio", han asegurado a fuentes del arzobispado.
En la
actualidad, oficialmente, no hay sacerdotes formados específicamente para
practicar exorcismos en la Comunidad de Madrid, facultad para la que deben
estar autorizados por el obispo de su diócesis, que en este caso, sería el
arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.
Con esta
formación que se están planteando desde el Arzobispado de la capital, la
diócesis contaría con sacerdotes preparados para atender los casos en que se
precise ayuda de la Iglesia en este ámbito.
Según el
compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, tiene lugar un exorcismo
cuando la Iglesia pide con su autoridad, en nombre de Jesús, que una persona o
un objeto sea protegido contra el influjo del Maligno y sustraído a su
dominio.
Además,
precisa que el exorcismo solemne, llamado gran exorcismo, puede ser efectuado
solamente por un presbítero autorizado por el obispo.
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HOY HA
SALIDO A LA PALESTRA DE LOS NOTICIEROS ESTA DEMANDA DE PARTE DE LA IGLESIA
CATÓLICA PRACTICA ABITUAL EN SU SENO DESDE SU FUNDACIÓN.
A
CONTINUACIÓN EXPONGO UN EXAMEN SOBRE EL TEMA DE ESTAS PRACTICAS EXPERITISTAS,
¿LAS APRUEBA LA BIBLIA? ¡¡VEAMOS!!
El verdadero poder tras el ocultismo
LA Biblia identifica al verdadero poder tras
el ocultismo y su propósito. En sus páginas usted no hallará ningún
teorizar incierto sobre el tema. Ésta manifiesta claramente los hechos y adopta
una posición firme en oposición a todas las prácticas del ocultismo. Todos los
otros escritos religiosos antiguos o colocan la base para el ocultismo, lo
permiten o lo estimulan.
De hecho, la historia testifica que casi
todos los pueblos primitivos estuvieron profundamente envueltos en el
ocultismo. Sin embargo se sabe de solo una nación que estuvo en un pacto con el
Creador y mantuvo su compromiso en no efectuar practicas espiritistas de
ninguna índole (aunque posteriormente quebró ese compromiso) acarreándose la
esclavitud y sometimiento voluntario a esas prácticas bajo el poder del
enemigo-gos de Dios... estos fueron los hebreos antiguos de la Biblia. ¿Por
qué?
Las supersticiones en cuanto a lo desconocido
no influyeron enel pueblo hebreo, como influyeron en otros. Aquel que
conoce los hechos les dijo como tenían que vivir para estar libres a ese
sometimiento, y Él aclaró que no era Su poder lo que estaba tras las
prácticas del ocultismo. Como les dijo Dios por medio del profeta Moisés:
“Estas naciones. . . [Escuchan] a los que practican magia y a los que
adivinan; pero en cuanto a ti, IEVE tu Dios no te ha dado nada
semejante a esto.”—Deu. 18:14.
En términos claros especificó las prácticas
que habrían de evitar: “No debería hallarse en ti nadie que . . . emplee
adivinación, practicante de magia ni nadie que busque agüeros
ni hechicero, ni uno que ate a otros con maleficio ni nadie que
consulte a un médium espiritista o a un pronosticador profesional de sucesos
ni nadie que pregunte a los muertos. Porque todo el que hace estas cosas
es algo detestable a Jehová.”—Deu. 18:10-12; compare con Levítico
19:26, 31; 20:6, 27; Isaías 8:19.
PODER TRAS LO OCULTO
Una experiencia que tuvo que ver con un
oficial romano, Sergio Paulo, que era procónsul de Chipre alrededor de
47 E.C., arroja luz sobre el asunto. La Biblia lo describe como “varón
inteligente.” Buscaba la verdad. De modo que le preguntó a Saulo de Tarso, un
ciudadano romano que también era conocido como el apóstol Pablo, que le hablara
en cuanto a Dios y el cristianismo. No obstante, un “mago,” o hechicero,
llamado Elimas estaba presente y empezó a oponerse a Pablo, sin duda sabiendo
que el mensaje de Pablo podría debilitar su propia influencia ante el procónsul
y la reputación que tenía debido a sus poderes de ocultismo.
Pablo se volvió a Elimas e identificó
claramente al que estaba tras sus poderes de ocultismo, diciendo: “Hijo del diablo,
enemigo de toda la verdad, ¿por qué no dejas de torcer los rectos caminos
del Señor?” (Hech. 13:6-10, Jerusalem Bible, católica) De modo que el
apóstol Pablo nombró al “diablo,” una inicua persona espíritu, como el poder
tras este hechicero. Puede que a algunos se les haga difícil creer en la
existencia de esta criatura.
Pero hay testimonio de un testigo ocular de
que existe. Jesús de Nazaret, vino de la región de los espíritus, y con una
convicción nacida de conocimiento personal habló del “Diablo,” conocido también
como “Satanás.” En cuanto al origen de Satanás, Jesús explicó:
“No permaneció firme en su asignación, porque cuando habla la verdad
no está en él. . . es mentiroso y el padre de la mentira.” (Juan
8:44; Luc. 10:18) De modo que en un tiempo esta criatura espíritu estuvo “en
armonía con su asignación.” Pero irritado bajo la autoridad que Dios tiene para
determinar qué es “la verdad”, el que se haría Satanás optó por dejar que el
deseo de poder e independencia venciera su sabiduría.—Sant. 1:13, 14;
compare con Ezequiel 28:13-17.
Entonces este “Diablo” se puso a seducir a
otros a adoptar un derrotero similar. Su primera transgresión premeditada fue
mentir contra Dios, y así estableció el modelo para los métodos que emplea aun
ahora. Esa mentira resultó en muerte para la primera pareja humana e hizo al
Diablo “homicida cuando principió,” así como el “padre de la mentira.”—Gén.
3:1-5, 13; Rev. 12:9.
De modo similar, la historia bíblica registra
que otros “hijos de Dios,” ángeles, optaron por independizarse en oposición a
Dios. Tienen poder e influencia sobre la mente y vida de personas vulnerables,
hasta la habilidad de “poseer” u “obsesionar” a humanos o animales y usar
objetos inanimados para sus propósitos engañosos.—Mat. 12:43-45; Luc. 8:27-33.
Los que están envueltos en prácticas de
ocultismo reconocen que hay peligro envuelto. El libro Psychic Discoveries
Behind the Iron Curtain informa sobre la extensa investigación científica
rusa de la ESP [percepción
extrasensoria] y otros poderes psíquicos. Ilustrando el peligro aun de
esta clase de investigación, los autores dicen: “Hay una advertencia que
siempre da cualquier persona que está envuelta en esta obra científicamente...
la ESP no ha de tratarse a la ligera. Puede ser peligroso aun cuando se
trabaje con algo tan sencillo como una tabla Ouija. Posiblemente usted
sepa de los efectos de esas practicas.
¿A qué se debe el peligro? Una razón que da
Ed Warren, a quien se considera experto sobresaliente en el ocultismo es: “El
utilizar una tabla Ouija, celebrar sesiones espiritistas o practicar la ESP. . .
son invitaciones a espíritus malignos, y a que esos espíritus se posesionen de
uno con el tiempo.”
Pero ¿a qué se debe todas las extrañas y
aparentemente contradictorias variaciones del ocultismo? ¿Por qué es que
algunas parecen crasamente malas, otras buenas y todavía otras el resultado de
simple capricho? Realmente hay un solo propósito unificado, que únicamente la
Biblia revela.
PROPÓSITO DEL
OCULTISMO
Como se notó antes, ocultistas como Elimas
obran como agentes o títeres del Diablo. Como tales, son el “enemigo de toda la
creación de Dios incluidos los humanos los cuales ejercen su libre albedrío
para vivir en armonía con todas las leyes que gobiernan todos los lugares
creados y estos enemigos siguen [torciendo] los rectos caminos del Señor.”
(Hech. 13:10, Je B) De modo que prescindiendo de cuán contradictorias y
diversas sean las prácticas del ocultismo, hay un propósito unificado: alejar a
los hombres de su Creador” por medio de seducción y hacerlos obrar
independientemente de los “rectos caminos” de Dios.
La sabiduría diabólica detrás de esta treta
es clara. La gente es fascinada por los fenómenos inexplicables, aparentemente
“sobrenaturales.” La variedad de las prácticas del ocultismo atrae a diferentes
clases de personas. Algunas se someten directamente al Diablo por medio de
franca adoración satánica, vudú, brujería y cosas semejantes. Otras son
engañadas de modo que se les hace creer que Dios tiene algo que ver con la
astrología o el espiritismo. Los que se inclinan a lo científico a menudo
quedan fascinados con poderes “psíquicos” como la ESP y la clarividencia. Hay
algo para casi todos.
Pero ¿qué hay de las obras de “curación,”
“hablar en lenguas,” “exorcisar” demonios, y otras, directamente enlazadas con
las llamadas organizaciones “cristianas”? ¿No muestra esto que Dios está
trabajando con ellas para derrotar las obras de Satanás, así como ayudó a Jesús
y sus apóstoles? (Juan 10:37, 38; Hech. 19:11) Jesús previó esta mismísima pregunta
en su famoso Sermón del Monte.
Dijo que muchas personas profesarían el
cristianismo, pero de mala fe. ¿Sobre qué base alegarían ser cristianos? Jesús
dijo: “Muchos me dirán aquel Día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu
nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros?’” Pero ¿probaría esto que tenían el espíritu de Dios y eran
discípulos verdaderos de su Hijo? Jesús dijo al proseguir: “Entonces les
declararé: ‘¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!’”—Mat.
7:15-23, Biblia de Jerusalén.
Claramente, esos ocultistas que usan el
nombre de Cristo le son tan detestables como le era a IEVE el ocultismo entre
los hebreos. ¿Por qué? Porque el poder detrás de ellos es el mismo. El
propósito es el mismo; a saber, alejar a la gente de la verdadera influencia
del amor de su Creador,” seducirla a hacer cosas que Dios condena.
La Biblia muestra que los dones espirituales
milagrosos pasaron de la existencia después de haber identificado a la recién
establecida congregación cristiana como instrumento de Dios para esparcir la
adoración verdadera. (1 Cor. 13:8-11) Pero las Escrituras advierten que
más tarde los impostores religiosos se aprovecharían de tales “milagros” para
dar un tono de legitimidad a sus propias actividades. “No hay nada
inesperado en cuanto a eso,” dice la Biblia; “si Satanás mismo se disfraza de
ángel de luz, no hay por qué sorprenderse cuando sus siervos, también, se
disfrazan de ministros de justicia.”—2 Cor. 11:14, 15, Je B.
Esto muestra que la habilidad para exorcisar,
o expulsar, demonios, por ejemplo, no necesariamente es una señal de que
Dios respalda a los clérigos que profesan tener tal poder. Los cristianos
profesos y los no cristianos por igual afirman tener buen éxito en el
exorcismo: católicos, protestantes, cabalistas judíos y hasta adoradores del vudú.
¿Está Dios tras cualquiera de ellos? La Biblia dice “Dios no es un Dios de
desorden, sino de paz.” (1 Cor. 14:33, Je B) Él ciertamente
no obra contra sí mismo apoyando facciones contrarias.
También, los mismísimos métodos que utiliza
la mayoría de los llamados “exorcistas” muestran que no son de Dios. Jesús
podía ‘expulsar a los espíritus con su palabra,’ simplemente ordenándoles, y
éstos obedecían, reconociendo su autoridad. (Mat. 8:16, 29-34, Je B;
Mar. 5:7-13; Luc. 8:28-33) Sin embargo estos “exorcistas” religiosos recitan
fórmulas ritualistas, mágicas, usando ciertas palabras y declaraciones
formales, las cuales, en sí, se supone que tienen el poder para exorcisar. La
fórmula católica romana para el exorcismo que se encuentra en el Rituale
Romanum puede requerir varias horas de recitación y usa reliquias
religiosas y otros arreos religiosos supersticiosos... ¡en contraste señalado
con los mandamientos sencillos de Jesús! Sin embargo, ¡a menudo sus
“exorcismos” parecen surtir efecto! ¿Por qué?
La Biblia muestra que Satanás usaría poderes
sobrenaturales para respaldar a estos impostores religiosos, estableciendo su
credibilidad y así adelantando sus propios fines. El apóstol cristiano Pablo
predijo que tendría lugar una rebelión contra los caminos de Dios de parte de
los que afirmaban ser seguidores de Cristo, y que los rebeldes buscarían honra
venerable para sí mismos, como lo hace el clero de la cristiandad. Luego dijo:
“Satanás se pondrá a trabajar: habrá toda clase de milagros y una manifestación
engañosa de señales y portentos, y toda cosa mala que puede
engañar . . . porque no quisieron captar el amor de la
verdad que pudiera haberlos salvado.”—2 Tes. 2:9, 10, Je B.
Note que Pablo contrasta la atracción de las
‘señales engañosas’ con “el amor de la verdad.” Jesús identificó la verdadera
fuente de la verdad cuando oró a Dios y dijo: “Tu Palabra es la verdad.” La
“Palabra” de Dios se encuentra en la Biblia. El genuino “amor de la verdad” se
desarrolla por utilizar nuestra mente para aprender acerca de esa palabra, para
beneficiarnos de los “rectos caminos” de Dios en nuestra vida.—Juan 17:17;
Hech. 13:10, Je B.
MODO CORRECTO DE VER
EL OCULTISMO
¿Qué significa esto para los que son
aficionados al ocultismo o los que están fascinados por la reciente publicidad
que ha recibido? Significa que tales cosas no son un tema de curiosidad o
entretenimiento sin peligro. Son un medio que usa Satanás el Diablo para
apartar a la gente a prácticas que están en pugna directa con la voluntad de
Dios que él ha expresado claramente.
Los cristianos verdaderos no juegan con
el ocultismo. Si tuvieron que ver con él en el pasado, ya han destruido todo lo
que poseían perteneciente a él. (Hech. 19:18, 19) Conocen el valor del consejo
bíblico: “Opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes.”—Sant. 4:7.
Por largo tiempo muchas personas han seguido
el sabio consejo de la Biblia en cuanto a este asunto. Así han evitado la
trampa del ocultismo, especialmente en las zonas de los países latinoamericanos
y África donde el vudú y el juju siguen siendo un modo de vida,
aun entre las poblaciones supuestamente “cristianas.” No por practicar
algunos ritos místicos de exorcismo, sino enseñando a otros la verdad de la
Palabra de Dios, la Biblia, han ayudado a los de corazón sincero y honrado a
librarse del control de espíritus inicuos. (Efe. 6:10-18) Siendo guiados por la
Palabra de Dios, que ni deja de tomar en cuenta el ocultismo
ni permite su práctica, pueden decir como dijo el apóstol Pablo: “No nos
engañará Satanás con sus tretas... conocemos bastante bien cuáles son sus
intenciones.”—2 Cor. 2:11, Je B.