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jueves, 26 de octubre de 2017

La cara oculta del Halloween



¿Se celebra el Halloween en su país? Es cierto que esta fiesta es conocida sobre todo en Estados Unidos y Canadá, donde se celebra el 31 de octubre. Sin embargo, las costumbres del Halloween se pueden encontrar en fiestas similares de otras partes del mundo. Quizás tengan otro nombre, pero en el fondo tienen que ver con el mismo tema: el mundo de los espíritus, los muertos, las hadas, las brujas, incluso el Diablo y los demonios. (Vea el recuadro  “Fiestas similares al Halloween”.)
TAL vez usted no crea en los espíritus. Tal vez le parezca que el Halloween es solo una oportunidad para divertirse con sus hijos y hacer que echen a volar la imaginación. No obstante, hay quienes piensan que esta celebración es peligrosa. ¿Por qué?
  1. Una enciclopedia sobre tradiciones estadounidenses explica: “Básicamente, el objetivo del Halloween es contactar con los espíritus, muchos de los cuales se dedican a intimidar o a asustar”. (Vea el recuadro  “El Halloween en el tiempo”.) Lo mismo ocurre con otras fiestas  similares: tienen raíces paganas y están íntimamente relacionadas con el culto a los antepasados. Incluso hoy día, personas de todo el mundo las aprovechan para comunicarse con los supuestos espíritus de los muertos.
  2. Aunque el Halloween se considera una fiesta norteamericana, cada vez se está celebrando en más países. Con todo, la mayoría de la gente desconoce el origen pagano de los símbolos, las costumbres y los elementos decorativos de dicha fiesta, muchos de los cuales están relacionados con seres sobrenaturales y fuerzas ocultas. (Vea el recuadro  “¿De dónde vino?”.)
  3. Los seguidores de la religión wicca —que practican brujería y ritos celtas— siguen llamando a la noche de Halloween por su nombre antiguo, Samhain, y la consideran la más sagrada del año. El diario USA Today citó las siguientes palabras de una bruja: “[Los cristianos] no lo saben, pero están celebrando con nosotros nuestra fiesta [...], y nos encanta”.
  4.   La fiesta de Halloween es una celebración antibíblica. La propia Biblia nos advierte: “Nadie entre los tuyos deberá [...] practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos” (Deuteronomio 18:10, 11, Nueva Versión Internacional; vea también Levítico 19:31; Gálatas 5:19-21).
En vista de todo lo anterior, ¿no cree que merece la pena investigar los oscuros orígenes del Halloween y de fiestas parecidas? Si lo hace, quizás decida unirse a las muchas personas que no participan en esta celebración.
“[Los cristianos] no lo saben, pero están celebrando con nosotros nuestra fiesta [...], y nos encanta.” (Palabras de una bruja citadas en el diario USA Today)

¿Apoya la Biblia la fiesta de Halloween?

 

La respuesta que da la Biblia

La Biblia no habla del Halloween. Sin embargo, un análisis del origen de esta celebración y las costumbres relacionadas con ella demuestra que está muy ligada a creencias falsas sobre los muertos y los espíritus malvados, o demonios (vea el subtítulo “El origen del Halloween y sus costumbres”).
Aunque muchas personas consideren que el Halloween es una diversión inofensiva, la verdad es que las prácticas asociadas a esta celebración no lo son. La Biblia dice claramente: “Nadie entre los tuyos deberá [...] servir de médium espiritista o consultar a los muertos” (Deuteronomio 18:10-12, Nueva Versión Internacional). Y también advierte: “No quiero que ustedes tengan algo que ver con los demonios. Ustedes no pueden beber de la copa del Señor, y también de la copa de los demonios” (1 Corintios 10:20, 21, Reina-Valera Contemporánea).

 

El origen del Halloween y sus costumbres

  1. Samhain. Según el libro Mitos celtas, de la profesora Miranda Green, se creía que durante la fiesta pagana de Samhain —la cual se celebraba hace más de dos mil años— “los espíritus del Más Allá podían recorrer la tierra y los humanos podían visitar el mundo de los muertos”. Y añade: “La tradición de Samhain ha sobrevivido en los tiempos modernos en las fiestas de Hallow’een y del Día de Difuntos”. Ahora bien, la Biblia enseña que los muertos “no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5). Por tanto, no pueden interactuar con los vivos.
  2. Disfraces, golosinas, regalos y travesuras. Según un libro sobre el origen de la celebración del Halloween en Estados Unidos, algunos celtas se disfrazaban de criaturas sobrenaturales para que los espíritus que deambulaban por la tierra creyeran que ellos también eran espíritus y no les hicieran maldades (Halloween—An American Holiday, An American History). Otros pretendían apaciguarlos ofreciéndoles dulces. En la Europa medieval, el clero católico terminó adoptando muchas costumbres paganas y animó a sus feligreses a disfrazarse en la víspera del día de Todos los Santos e ir por las casas pidiendo pequeños regalos a cambio de una oración por los difuntos. Pero la Biblia prohíbe mezclar las creencias paganas con el culto al Dios verdadero (2 Corintios 6:17).
  3. Fantasmas, vampiros, hombres lobo, brujas y zombis. A estos personajes siempre se les ha relacionado con los espíritus malignos . Y la Biblia dice claramente que debemos luchar contra tales espíritus (Efesios 6:12). Así que no estaría bien hacerles una fiesta.
  4. Faroles hechos con calabazas. Durante la Edad Media, en Gran Bretaña se acostumbraba “ir casa por casa pidiendo comida a cambio de una oración a favor de algún difunto”. Los suplicantes llevaban “faroles que consistían en nabos ahuecados, cuya vela evocaba al alma atrapada en el purgatorio” (Halloween—From Pagan Ritual to Party Night). Hay también quienes afirman que tales faroles se usaban para espantar a los malos espíritus. Ya en el siglo XIX, en América del Norte se sustituyeron los nabos por calabazas, pues eran más fáciles de conseguir, ahuecar y tallar. Estas costumbres se basan en creencias que carecen de fundamento bíblico, como aquella de que el alma es inmortal, que existe el purgatorio y que hay que orar por los muertos (Ezequiel 18:4).