Todos los seres humanos estamos expuestos a lo que la
Biblia llama las “inquietudes diarias de la vida”, que no son otra cosa más que
los problemas comunes al género humano. Hay sin embargo algunos factores
externos como los regionales, familiares, e internos como los genéticos que
aminoran o agravan el peso de las vicisitudes que aquejan a la persona.
La mayoría de nosotros luchamos con esos problemas a nuestro entender, los más
sabios se apoyan en el consejo bíblico para capear los temporales. Pero existe
aun el desconcierto y la incertidumbre que es generada por otra razón muy
distinta al diario acontecer y que perturba enormemente la estabilidad
emocional del ser humano que la experimenta. La inquietud que se cierne en el
corazón de muchos de nosotros no es otra cosa sino la maduración de nuestra
alma y el desarrollo de nuestro potencial espiritual. Sin embargo, el
desconocimiento de las diversas etapas de maduración y del proceso de
aprendizaje vuelve este despertar incierto, traumático y desconcertante para la
gran mayoría.
Alguna vez
te has preguntado ¿porqué actúas de la manera en que lo haces, siendo la
realidad que desearías comportarte de un modo completamente distinto? Pablo el
apóstol a las naciones dijo en Romanos 7:21-25 “Hallo, pues, esta ley en el caso mío: que
cuando deseo hacer lo que es correcto, lo que es malo está presente conmigo. 22 Verdaderamente
me deleito en la ley de Dios conforme al hombre que soy por dentro, 23 pero
contemplo en mis miembros otra ley que guerrea contra la ley de mi mente y que
me conduce cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Hombre
desdichado que soy! ¿Quién me librará del cuerpo que está padeciendo esta
muerte? 25 ¡Gracias a Dios mediante Jesucristo nuestro
Señor! Así pues, con [mi] mente yo mismo soy esclavo a la ley de Dios, pero con
[mi] carne a la ley del pecado.”
Si la manera en que estas conduciendo tu vida te
mantiene insatisfecho probablemente es porque estas madurando espiritualmente o
porque estas frenando tu desarrollo. No se trata de tener simples
sentimientos aspiracionales, o ser un hombre de valores o religioso, el
verdadero despertar espiritual es algo profundo. Solo puedes controlarlo y
disfrutarlo mediante un enorme conocimiento de ti mismo y de los principios
bíblicos aplicables en cada etapa. Debes saber a ciencia cierta ¿Quién eres?,
¿En qué etapa de maduración espiritual te encuentras y cuáles son las
características de dicha etapa? Esto te permitirá entenderte en el presente y
explicará mucho de tu pasado. Al mismo tiempo te preparará para un posible
futuro. Al conocerte a ti mismo aprendes a identificar y aceptar tus puntos
buenos, al mismo tiempo te vuelves más consciente de aquellas deficiencias que
te anclan en tu camino al Padre. Si aprendes las lecciones que cada etapa
enseña, las decisiones que tomes en tu vida dejarán de ser burdas y se
convertirán en verdaderas estrategias existenciales. Te volverás responsable de
tus acciones y te darás cuenta de que el destino de tu vida está en tus manos y
no en las de alguien más.
Para comenzar a entenderte debes comprender a
cabalidad lo que es tu alma. Tu alma es tu personalidad, está compuesta por tus
antecedentes genéticos, por principios básicos de supervivencia
previamente programados por Dios (instintos), además de la conciencia, tus
vivencias y tus sentimientos (1 Tesalonicenses
5:23; Mateo 10:28). El alma no es tu energía dinámica, esta última es lo
que la biblia llama espíritu y solo es la chispa que enciende el motor que
llamamos vida física en este plano de existencia. El alma puede ser inmortal,
pero es perecedera. ¿De qué depende su duración? Dicho de manera sencilla, de
la voluntad de Dios (Ezequiel 18:4).
Como dice la
Biblia
el alma no es una chispa que se separó del Tao y que busca regresar
a la Fuente, mediante una serie de intentos-existenciales diseñados bien
por ti mismo o por algún poder superior a fin de pulirte y depurarte,
como bien sugieren las diferentes religiones que creen en la re-encarnación o
como sugiere el Libro de Urantia. Según las filosofías de estas
religiones, solo después de pasar por numerosos intentos y renacer cientos de
veces, el alma va madurando y aprendiendo la “Verdad” del cosmos, Entonces
después de este larguísimo proceso, tu alma se prepara para
ascender por fin, para encontrarse con su Creador o Primera Causa. Esto es una
mentira, al creer que tendrás cientos de oportunidades para hacer las cosas
bien, dejas de esforzarte, pierdes la perspectiva del tiempo y el sentido
de urgencia que te apremiarían para poner tu vida en orden y tratar de crecer
espiritualmente lo mas que pudieras, pues según la Biblia solo tienes una
oportunidad para convencer a Jesús y a Jehová de que mereces otra oportunidad
en la resurrección. Solo es esta vida la que revelará tu verdadera esencia y al
ser pesado en la balanza demostrarás tu verdadera valía. NO hay un alma
inmortal que renazca una y otra vez.
Como bien
sabemos, Satanás se transforma en “ángel de luz” (2
Corintios 11:14,15), seria por tanto sensato esperar que sea él quien se
presente como ayudante de la humanidad en busca de perfeccionarla. El Diablo
participo en la creación del ser humano y al poseer cierto conocimiento de
nuestro funcionamiento, puede simular usarlo para ayudarnos a avanzar y mejorar
puntos éticos, morales, familiares, personales y hasta espirituales. Pero no
importa cuánto se esfuerce, nunca podrá acercarnos a Dios, por dos razones
fundamentales, primero porque sus motivos son egoístas y segundo y más
importante, porque el único que puede acercarnos a Dios es Cristo Jesús nuestro
señor. Esto es algo que frustra y encoleriza al Diablo y por ende, trata de
demeritar el preponderante papel que juega Jesús en nuestra salvación. El
método que le ha funcionado por milenios es mantener al hombre en una etapa de
maduración espiritual muy primigenia, sumido en la barbarie y esclavo de la
carne y las bajas pasiones. Sin embargo debido a eso, el género humano no
es apto para que el Diablo alcance sus objetivos (demostrar que él puede llevar
a la humanidad a un estado utópico sin la ayuda de Dios), por tanto, se ha
visto en la necesidad de desarrollar el alma humana a fin de obtener material
de mejor calidad para la construcción de su utopía.
Gracias a esto, muchas religiones o doctrinas ofrecen
guía que a todas luces parecen ser buenas y lo que es más aportan muchos
beneficios. Pero no caigamos presa del engaño, esas supuestas
revelaciones o verdades que Satanás está haciendo asequibles a una gran
parte de la humanidad no tienen el objetivo de prolongar la vida del ser humano
y mucho menos de acercarlo a Jehová. El avance espiritual que desarrollemos
auspiciados por el Diablo, en si mismo carece de significado absoluto.
Esto precisamente es el gran logro de Satanás, este es su engaño y el momento
en que se convierte en ángel de luz. Ciertamente te enseña a desarrollar tu
potencial, pero te aleja de Jesús. Te hace creer que no lo necesitas (a Jesús),
o que la vida no es, ni fue, diseñada como se te enseño en la Biblia. Sin
embargo, la Biblia muestra claramente en Filipenses 2:9-11 que “Dios lo ensalzó (a Jesús) a un puesto
superior y bondadosamente le dio el nombre que está por encima de todo [otro]
nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda
rodilla de los [que están] en el cielo y de los [que están] sobre la tierra y
de los [que están] debajo del suelo, 11 y reconozca
abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el
Padre.”
¡Que en el nombre de Cristo se doble toda
rodilla!, esto le arde, quema y consume al Diablo. Como cristiano, debes ser
consciente de que el adelantamiento espiritual es la base para acercarte a
Dios, pero el verdadero puente para llegar a Él, se llama Jesús. Nadie puede
recorrer el plano de esta existencia y trascender a no ser que cruce este
puente. No puedes regresar a la fuente, o al Tao. Dios no te dio vida
para después absorberte como una chispa divina, Dios te creo para que vivas,
experimentes y disfrutes. Eres la corona de su creación física. Por tanto
si bien es cierto que el mensaje de Jesús fue importantísimo para nosotros, más
lo fue su auto sacrificio. El Diablo es capaz de dar al hombre los principios
básicos de actuación que hagan de él una mejor persona, pero nunca será capaz
de auto sacrificarse por ti. Jesús lo fue, alabado sea mi señor Jesús.
A continuación, te mostrare información referente a
las edades del alma, al leerla, trata de identificar tu propia edad de
maduración, esto te ayudará a entender el porqué de tu comportamiento actual,
así mismo comprenderás a tu hermano, a tu semejante. Analiza y traza un camino
de acción a fin de que alcances una maduración propia de aquel hombre que
pertenece a Cristo (Efesios 4:13). Espero la siguiente información te
sea de utilidad.
El alma bebe o neonata.
Este tipo de
alma carece de todo tipo de experiencia, gusta en particular de aquellas
experiencias crudas e intensas, por tanto emprende una búsqueda frenética de
experimentación y vivencias a fin de “vivir” cuando lo único que consigue es
sobrevivir en este plano de existencia.
Su concepto
de la sexualidad es netamente instintivo, carece de sentido moral y conciencia
por ende es probable que se entregue a todo tipo de experimentación, aun
aquellas consideradas antinaturales y pervertidas como la homosexualidad y
tantas otras. Es altamente manipulable y crédula, por lo cual tiende a
engrosar aquellas filas de masas de choque en los partidos políticos,
manifestaciones callejeras violentas y antisociales, o forma parte de los
equipos de reacción o ataque primario dentro de las autoridades
oficiales. Esta alma carece de refinamiento, es burda y obtusa en sus
concepciones. Gusta de la socialización tipo tribal en donde la ley de la
selva o del más fuerte es la que prevalece. Es violenta y supersticiosa.
Difícilmente este tipo de almas se vuelve famosa, reconocida o útil debido a su
inexperiencia. No es un trabajador eficiente, más bien es oportunista,
comodino y autocomplaciente. Carece de todo sentido de lealtad y
justicia. Este tipo de alma debe aprender a vivir aquí en la tierra
y adaptarse.
Sus
cuestiones existenciales giran en torno a definir ¿quien es? y ¿en donde está?
No desea perderse nada de la vida y por lo general vive a base de ensayo y error.
La vida según las reglas sociales se le hace demasiado compleja y opta por ser
“autentica” y rechazar todo tipo de orden social establecido. Triste es
decirlo pero su aprendizaje es mediante el sufrimiento.
Es
imprescindible que cultive el autodominio, la paciencia y la autodisciplina a
fin de crecer a la siguiente etapa del alma. Tiene que conservar algunas
cosas valiosas características de esta edad del alma, como la sencillez, la
intuición, la auto-aceptación y la inocencia.
Debe
cultivarse seglarmente a fin de superar su ignorancia, debe aprender a
valerse por si misma. Este tipo de almas difícilmente tendrán cabida en el
siguiente sistema de cosas. 1
Pedro 2:11 “11 Amados, los exhorto como a forasteros y residentes
temporales a que sigan absteniéndose de los deseos carnales, los cuales son los
mismísimos que llevan a cabo un conflicto en contra del alma.”
El alma infante
Esta alma esta hastiada del desorden y del caos que la
previa edad le reporto, por ende, es extremista y demasiado apegada a reglas y
estructuras. Es alma de rutinas, tradiciones y costumbres
enraizadas que le proporcionan cierto sentido de seguridad y estabilidad. Debido
a su corta experiencia busca la guía y protección de almas mas avanzadas, sin
embargo, no busca el desarrollo pleno de sus capacidades y la madurez que esto
conlleva, mas bien, esta alma busca una autoridad que le ponga normas,
que le diga que hacer y como hacerlo, que le de reglas claras. Si algo le
reporto ciertos beneficios, se apega fanáticamente a la repetición de los
mismos métodos. Lo mismo aplica para sus gustos y aficiones. Tiende al
fanatismo religioso y a la polarización, es negro o blanco.
Su manera de reaccionar a la oposición o a la diversidad es con hostilidad y
cierto grado de violencia. Le asustan enormemente los retos por temor al
fracaso y prefiere mantenerse en su zona de confort. Carece de
originalidad, cae en la burocracia. Llega a ser legalistas inflexibles sin
criterio mediador. Es obstinado, carecen de visión a mediano y largo
plazo. Difícilmente es consciente de cómo su actuar afecta su entorno y
su psique. Debido al sufrimiento que experimentó en la edad anterior, tiende
a somatizar sus emociones, es decir, sus problemas emocionales se
convierten de manera inconsciente en problemas físicos para él. En vez de
optar por una alternativa, es apresurada y tajante al buscar soluciones a sus
problemas. Es apegada a la religión organizada pero no busca
espiritualidad sino reglas de ética, moral, así como principios rectores de
actuación. Se vuelve menos “bruta” en sus gustos y comienza a
despertar cierto sentido de sofisticación y estética. Se vuelve perfeccionista
y crítica en todos los aspectos de su vida y la de los demás. En el plano
sexual comienza a experimentar la incomodidad del pudor y la moral.
El aprendizaje de esta alma es mediante el castigo y
la disciplina. Viven la vida buscando reglas probadas de actuación. El
máximo peligro de esta etapa es que se resiste al cambio, ¿Por qué modificar
algo que está funcionando? Es su modo de pensar. Esto puede traer
estancamiento, por eso es imprescindible que esta alma cultive la capacidad de
pensar, el raciocinio y ejercite el juicio. Debe adquirir fe y autoconfianza a
fin de motivarse a crecer.
Algo que debes conservar de esta etapa es que tu alma
en esta fase desea ser buena y sabe obedecer a una autoridad debidamente
constituida. Por lo general estas almas son ciudadanos responsables, confiables
y cumplidos de sus obligaciones, son fieles, orientados al arreglo familiar,
son ordenados y disciplinados.
El alma joven
Si tu alma esta en esta edad, estas son sus
características principales. Debido a que aprendió a sobrevivir y abrirse
camino en el mundo y después de haber sentado una plataforma que le sirve de
base para su actual edad, tu alma comienza a edificar, a probar sus límites, si
es que los tiene. Comienza a hartarse de las estructuras y del orden pues
crearon monotonía y aburrimiento. Ahora ya sabe cómo funciona el sistema
y debido a que desarrollo sus instintos básicos, comienza a tomar todo lo que
desea. Emprende una búsqueda frenética por alcanzar poder, fama, riqueza,
reconocimiento, no importa a que costo. Se descontrola su autoestima y cede
presa del egocentrismo. Se vuelve obsesionada por su físico y el de los
demás, así como por asuntos estéticos. Es altamente competitiva y odia perder.
Tu alma en esta etapa será capaz de hacer cosas que contradigan tus principios
con tal de lograr sus objetivos. Estas almas temen pensar en el futuro y
les aterroriza hablar de profecías, infierno, fin del mundo, castigo, etc.
Debido a su intensa energía con la que se desenvuelven, tiene el empuje
necesario para alcanzar sus metas. Se manejan bajo la filosofía de “solo se
vive una vez” y por tanto no quieren perderse ni un minuto de la vida. En
este ajetreo se vuelven desorganizados y carecen de buen juicio al momento de
fijar sus prioridades, esto debido a que al rechazar a su autoridad aun no han
desarrollado por si mismos la capacidad de organizarse de manera eficiente.
Este tipo de almas no se detiene a escuchar razones, solo sigue los dictados de
su corazón pasando por alto a los demás y las posibles consecuencias de sus
decisiones. Suelen buscar ayuda cuando tienen una crisis, pero pasado el
evento regresan a su anterior estilo de vida. Para esta alma, el “que
dirán” es demasiado importante, por eso se rige por apariencias. Se rodea de
muchas personas pero es incapaz de identificar a las valiosas de las
dañinas. Desarrollan la capacidad para mentir, pues pronto se dan cuenta de que
la mentira es una herramienta más para sus fines. Su vida se vuelve
materialista, además entran en luchas de poder en los diferentes ámbitos en los
que se desenvuelve. La manera en que estas almas crecen es por medio del
fracaso y la perdida. En este periodo la sexualidad deja de ser una
vivencia y se convierte en una herramienta o en una obsesión debido a la
abundancia de energía. Los asuntos de fe pierden todo sentido para esta
alma, abandona la religión organizada y busca terapias alternativas a fin de
llenar sus vacios existenciales, aunque debido al frenesí con el que vive la
vida poco se detiene a pensar en temas profundos de filosofía o religión. Como
puede notarse esta edad del alma tiene cosas buenas dado que el alma se
vuelve industriosa, innovadora, optimista, enérgica, líder. Pero en el
extremo opuesto desarrolla defectos graves que de arraigarse impedirán su
evolución, tales como, competitividad negativa, egocentrismo, fiereza,
crueldad, negligencia, cinismo, rebeldía descarada, materialismo, vanidad,
autoritarismo y tozudez. Sus dilemas existenciales giran en torno a “¿Y por qué
no?”, “primero yo y después, yo”, y “es ahora o nunca”. Para tener un
crecimiento esta alma debe cultivar contentamiento, autodominio, fe, bondad,
misericordia y obediencia y sumisión.
El alma adulta
Esta etapa está caracterizada por la introspección, la
depresión, la insatisfacción. Aquí se paga mucho karma generado en las
tres etapas anteriores, las consecuencias alcanzan. El rio turbio de su
existencia comienza a asentarse y en la leve y apenas visible claridad de las
aguas, preguntas como ¿Quién soy? Y ¿por qué estoy aquí? Comienzan
abrirse camino en la esencia del alma. No importa si alcanzó o no las
metas deseadas, el alma comienza a darse cuenta de la vacuidad del esfuerzo y
al mismo tiempo comienza a evaluar las decisiones que lo llevaron al lugar en
donde está parado. El aspecto espiritual realmente comienza a despertar, el
alma ya no busca religión organizada a fin de pertenecer a algo, a un
grupo. Ahora el alma comienza a buscar la VERDAD, por medio de formular las
preguntas adecuadas. Aquí el riesgo consiste en que por buscar respuestas a su
crisis existencial, el alma puede acercarse a beber conocimiento de fuentes
contaminadas e insalubres. Esta etapa de despertar espiritual genera
mucho estrés y confusión, motivo por el cual la depresión es una constante de
esta alma. El alma se da cuenta de que las barreras que lo separaban del resto
de las personas comienzan a caer, que no es su color, dinero, ni su poder o su
posición, sexo o religión lo que lo hace especial y merecedor de un trato
preferencial. Se da cuenta de que todos somos hermanos venidos de una misma
fuente. Se vuelve consciente de la relación causa-efecto en todo plano de
existencia.
Los problemas de origen mental pueden detonarse en
esta etapa debido a que se quiebran todos los conceptos que hasta entonces eran
pilares de su existencia. Pero no te preocupes, es normal y pasajero, se
paciente y aprende bien las lecciones. Júzgate con objetividad.
El alma adulta busca asentarse en todos los
sentidos, desea algo propio, un hogar, una carrera, una familia, sobre todo
esto último, se vuelve más inclinada a lo familiar. Es en esta etapa cuando
pueden seleccionar un compañero para toda la vida pues su juicio es más
maduro. La sexualidad se vuelve algo verdaderamente digno y valioso. Su
físico y los asuntos materiales dejaron de ser tan importantes y el
desarrollo de frutos espirituales y morales se vuelve su meta.
Ahora esta alma busca paz y serenidad. Debido a tener todavía bastante
energía y cierto grado de serenidad, diríamos que es una edad bastante
equilibrada para el alma, pero a pesar de esto, es la más difícil de las
edades. Las almas maduras se vuelven sensibles psicológicamente hablando,
complejas y autoritarias. Se vuelven clientes frecuentes de los psicólogos,
gurús o guías espirituales, pues necesitan desahogo emocional y psicológico con
mucha frecuencia. El alma adulta no vuelca sus frustraciones sobre
otros, en vez de eso se auto castiga consciente o inconscientemente.
Esta alma se perfecciona por medio de la autocritica
sana, el continuo aprendizaje seglar y la angustia. Tienden a ser algo
neuróticos y dramáticos. Las metas que se persiguen ahora dejan de ser
egocéntricas y materialistas. Se tiene una gran participación en temas de
bien humanitario y educación cultural. Los temas de superación personal,
filosofía y fe se vuelven sus favoritos. Estas almas se vuelven empáticas
e intuitivas. Tienen un gran sentido del humor, gustos refinados y facilidad
para sociabilizar. Esta alma adulta ahora realmente se convierte en líder y
baluarte de su sociedad pues comienza a hacer aportes verdaderamente
significativos a la misma. Son visionarios, ecologistas, pacifistas.
Esta alma debe cuidar el concepto que tiene de sí
mismo y medir el peso de sus palabras, debe desarrollar la fe y cultivar gozo
existencial así como tolerancia, sobretodo humildad, mucha humildad, solo así
pasara a la última etapa de crecimiento.
Esta edad es el pináculo, el clímax, la
realización de todo, dicho en tres palabras, el verdadero ÉXITO. Tras haber
recopilado experiencias y vivencias, esta alma aprendió las lecciones que
encerraban cada una de ellas. Entonces y solo entonces el alma vieja entiende y
perfecciona su despliegue de amor, junto con todo lo que este implica, perdón,
misericordia, sacrificio, entrega, pasión, etc.
El alma vieja trascendió es concepto del ego, el
egoísmo y el materialismo. Se mueve en un plano de actuación muy diferente de
las demás personas. Esta es la razón por la que las almas viejas rarísima vez
sean acaudaladas en sentido económico y esto también explica porque a los ojos
del resto de las almas parecen excéntricos.
El alma vieja entiende que el tiempo, el espacio, la
energía y la materia son solo elementos de esta dimensión. Esta alma despierta
y domina sus dones innatos como capacidades psíquicas, de sanación, de visión
futura, etc. Por lo general la mayoría de las almas viejas tienen
un profundo interés en este punto y es donde corren un mayor riesgo, pues al
querer explotar sus potencialidades recurren al espiritismo u otras prácticas
que los alejan del Creador o la Fuente Suprema.
El alma vieja tiene una espiritualidad muy avanzada,
por ende desprecia todas aquellas enseñanzas religiosas o filosóficas que
corrompan o tergiversen la Verdad. Aborrece las mentiras y la hipocresía
religiosa junto con la falsa piedad. La relación de estas almas con su
Creador es muy profunda y está basada no en obras sino en fe y en conocimiento
exacto. La gratitud que sienten por la experiencia vivida les mueve a
buscar la manera de transmitir la verdad a otros, aunque en contadas ocasiones
lo hacen a grupos numerosos, ellos prefieren uno o dos discípulos a los que allegan
todo su legado.
Mientras que para el resto de las almas las cosas
espirituales y existenciales son difíciles de comprender, para el alma
vieja son asunto de fácil comprensión. Ellos dominan el “juego” de
la vida y al ver su futilidad pueden entrar en depresión o dejadez. Este es
otro error de un alma vieja, adoptar una posición de “no hay nada nuevo bajo el
sol”, o “tu haz lo tuyo y déjame hacer lo mío”. Esta actitud produce un
alejamiento del alma vieja con el resto de las demás. Cuando en realidad
debería ser al contrario, “al que más tiene, mas se le exige”, por tanto el
alma vieja debe hacer un esfuerzo sincero por transformar su entorno, por
iluminar y “salar” a todo aquel que le rodea. Aunque piense que no tiene ningún
sentido, el esfuerzo sincero que realice le será tomado en cuenta al momento de
elevarse al siguiente plano de existencia.
A estas almas se les despierta un sentimiento muy
profundo de que esta Tierra no es su verdadero hogar o su destino, (no se
trata de crédulos de ovnis, ni nada semejante e infantil. Pues hay demasiadas
almas neonatas, infantes y jóvenes que creen en estos fenómenos pero solo por
el morbo que representan o por considerarlo un medio de escape a su banal
existencia). Para el alma vieja la comprensión de que tiene un destino mayor,
diríamos cósmico, es una gran responsabilidad, no una aventura de ciencia
ficción. Esta alma ha comenzado a preguntarse ¿Cuál es mi propósito en el Gran
Diseño del Universo?, ¿Qué función tengo que desempeñar? El alma vieja
por ende constantemente se encuentra mirando el cielo. Aunque sabe que
esta Tierra es solo un hogar pasajero, anhela trabajar en contacto con la
naturaleza, como jardinero, chef, veterinario, doctor, psicólogo, maestro,
etc. A estas almas les parece que están viviendo en una realidad alterna,
muy diferente al mundo real.
Las almas viejas se vuelven solitarias, aunque son
tolerantes, agradables, bondadosas y comprensivas, estas almas comienzan
a alejar de ellos a todas aquellas almas que les estorben en su desarrollo
espiritual. Buscan intensamente otra alma vieja para relacionarse y compartir
la vida. Al tener un deseo ardiente de conocer y dar a conocer a otros la
Verdad, buscan por medio de la investigación y la divulgación hacer llano
el camino de los que vienen detrás.
El alma vieja busca la satisfacción interna. Busca
trabajos por gusto más que por necesidad y aplica a ellos un gran toque
de espiritualidad. Tiende a hacer lo mismo en donde sea que se desenvuelva.
Aunque puede dar la impresión de flojo o lento, la realidad es que se manejan
por la ley de la “máxima eficiencia”, son capaces de aprender una
habilidad para usarla en un momento y después nunca más volver a emplearla.
Si te topas con un alma vieja veras que tiene una
personalidad desprendida del drama diario de la vida, abstracta. Su mirada es
muy profunda y escrutadora, pareciera que ven a través de ti (a las demás
almas les da la impresión de que tienen la mirada muy pesada), su aire es
intelectual y amable.
A menudo el alma vieja se encuentra con el problema de
que al ser sus percepciones muy avanzadas y el genio de sus
contribuciones también, estas no son apreciadas y son mal interpretadas
por los demás.
En ámbitos sociales diremos que el alma vieja
solo interactúa bajo las normas de la sociedad cuando le es estrictamente
necesario, por ende no son los más sociables y fiesteros. A menudo las otras
almas los tildan de desapegados, este juicio es un error. Las almas viejas no
son desapegadas por frialdad o desprecio o menosprecio, lo son porque ellos
buscan la “graduación de este plano físico” y todo aquello áspero e innecesario
para dicho propósito es evitado o dejado de lado. Aunque vez tras vez las
almas viejas demuestran que están allí cuando se les necesita. El alma
vieja no quiere cambiar el mundo, el ya entendió que todo tiene un propósito y
un desarrollo propio y único, por tanto, solo observan en la mayoría de
las ocasiones y solo dan consejo a quien lo solicite.
El tedio y la depresión que siente el alma vieja son
debido a que la vida para ellos es aburrida y pesada. Esto puede limitar
enormemente su gozo existencial, es por tanto vital que el alma vieja nunca se
rinda, que siempre encuentre algo o alguien por quien luchar y vivir.
Las almas viejas son éticas, morales y espirituales
en sus pensamientos y en su comportamiento.
El alma vieja, (aun tratándose de niños), tienen un
sentido muy claro de diferenciación de lo correcto e incorrecto. Sienten que
son más viejos que su edad cronológica. Son conscientes, concienzudos,
responsables, creativos, sutiles, decentes e íntegros.
Cuando el alma vieja “tiene” que emitir un juicio
sobre algo o alguien, demuestran una perspicacia y discernimiento superior al
del común, de hecho ellos identifican rápidamente el problema pero no se ocupan
tanto en paliar las consecuencias del mismo sino en cambiar las causas u origen
del tal.
Son pacifistas y no se involucran en
cuestiones tribales como las almas infantiles; cuestiones familiares, como las
almas juveniles; cuestiones nacionales, como las almas jóvenes o en temas
globales como las almas maduras.
Al alma vieja le aburre las pláticas
triviales, aunque es tolerante con sus interlocutores. El alma vieja prefiere
temas profundos en vez de banalidades o superficialidades.
En asuntos amorosos, el alma vieja
busca relacionarse con su “alma gemela”, esto es una relación no basada en el
sentir o el hacer, buscan una relación fundamentada en el ser.
El alma vieja es en cierto modo como
un niño, lleva una vida de disfrute y aprendizaje muy sencilla. Vive,
experimenta, disfruta, aprende y agradece.
¿El avance es permanente?
Una vez que
adquieres conocimiento exacto de la verdad bíblica y a medida que lo practicas
en tu vida, tu alma comienza a desarrollarse y puede pasar por cada una de las
etapas antes mencionadas aunque esto no es una regla definida. Nos referimos a
que puedes cursar rápidamente una etapa y pasar a la inmediata siguiente, o
brincarte una etapa si tu desarrollo y maduración lo consideran necesario y
oportuno. Pero algo de lo que debes estar cierto es que siempre pueden haber
retrocesos si te descuidas, por eso se nos aconsejo en 1 Corintios 10:12 “Por consiguiente, el que piensa que está en pie,
cuídese de no caer.” Es
la comparación constante de tu vida contra el conocimiento bíblico y la
implementación de esa información en tu proceder lo que te permitirá seguir
creciendo y no decrecer.
A continuación reproduzco un texto que a mi
parecer es uno de los más hermosos que se han escrito en la revista la Atalaya.
Es referente a la madurez cristiana y lo que esto implica, a medida que lo
analizas, date cuenta de tus fortalezas y apunta tus flaquezas a fin de
superarte día a día. El artículo fue publicado en la Atalaya 1 de Noviembre de
1985, en la página 21 dice lo siguiente:
“Definición de la hermosura en el
cristiano”
3 Más bien, el hombre o siervo de Dios ha cultivado
las cualidades de justicia, misericordia, amor y bondad. A Jesucristo no se le
conoció por su cuerpo perfecto, sino por su lealtad a los principios y a la
verdad. Su modo de enseñar lo identificó como alguien que hablaba con autoridad
procedente de Dios. (Mateo 7:28, 29; Juan 7:46.) Al siervo de Dios no lo corrompe el deseo de
adquirir poder o importancia. Las ventajas de cierta posición no pueden
sobornarlo. Es un hombre que tiene fuerza de voluntad. Ama la humildad y no
miente. Manifiesta un temor saludable a Jehová. (Proverbios
22:4.) Estas son algunas de las cualidades del hombre o siervo de Dios.
4 El siervo de Dios tiene conciencia, buen corazón y
motivos correctos. (1 Timoteo 1:5; Proverbios
4:23.) No hace cosas que violan los dictados de su conciencia, al pasar
por alto principios justos. Por tener buen corazón y motivos correctos, no
emplea métodos poco honrados en sus tratos con otras personas. (Hebreos 13:18.) No permite que la conducta ni las
acciones inmundas socaven sus buenos motivos. (Oseas
4:11.) Se disciplina a sí mismo de modo consecuente para guardar su
corazón de hacerse traicionero. Se destaca por palabra y por acción como un
hombre de principios. (Salmo 15:1, 2.)
5 El siervo de Dios siente compasión por otras
personas, es perdonador y bondadoso. El hombre compasivo es un hombre
comprensivo. Puede manifestar empatía y comprensión cuando otras personas
tienen problemas que son difíciles de resolver y causan inquietud. Más que eso,
puede perdonar cuando alguien lo perjudica. Puede sobreponerse al deseo
instintivo de devolver daño por daño e injuria por injuria. En verdad,
corresponde a las palabras de 1 Pedro 3:8, 9.
Al conferir una bendición en vez de una maldición, demuestra que es bondadoso y
que domina los deseos degradantes que caracterizan al hombre mezquino, el
hombre sin la aptitud de ser compasivo, perdonador ni bondadoso para con otras
personas. (Efesios 4:31, 32.)
6 Otra cualidad sobresaliente que caracteriza al
siervo de Dios es la generosidad. En cuanto a generosidad, esa clase de hombre
sigue el consejo excelente del Señor Jesucristo, quien dijo: “Practiquen el dar y se les dará. Derramarán en sus
regazos una medida excelente, apretada, remecida y rebosante. Porque con la
medida con que ustedes miden, se les medirá a ustedes en cambio”. (Lucas 6:38.) En sus relaciones de familia, el hombre
de ese tipo verdaderamente cuida de los de su casa. Pero también sigue la
exhortación excelente de Efesios 4:28, de hacer “lo que es buen trabajo, para que tenga algo que
distribuir a alguien que tenga necesidad”. Por ser como debe ser un
esposo, el siervo de Dios mantiene fidelidad en el arreglo matrimonial. Su
esposa puede tener completa fe y confianza en él como hombre que verdaderamente
está en unidad con ella en el vínculo matrimonial. (Proverbios
5:18, 19.) Además, si tiene hijos, demuestra que es un padre
honrado, no un estafador ni alguien fraudulento en sus tratos con otros. Por
tanto, inculca los principios de la honradez en sus hijos. (Proverbios 4:1-5.) ¡Qué ejemplo excelente es tal
hombre para la mente impresionable de sus hijos! Ellos pueden mirarlo como
hombre leal, mantenedor de integridad. (Proverbios
11:3, 4.)
7 En cuanto a eso también, el siervo de Dios vigila
sobre sí y su familia para no acumular deudas gravosas, pues sabe que estas
pueden llevar a problemas penosos. Por supuesto, esto significa que no permite
que ni él ni su familia gasten más de lo que tienen. Es una persona que
considera los riesgos antes de emprender cierto derrotero. (Lucas 14:28-30.) Puede privarse de algo en la
actualidad a fin de alcanzar un futuro mejor y puede renunciar a lo que ve por
lo que no ve, por decirlo así. (Compárese con Hebreos
11:8-10.) El vivir de este modo ayuda al siervo de Dios a conservar su
escrupulosidad cristiana en su vida diaria.
8 En la vida de todo ser humano, debido al pecado y
la imperfección, a veces es necesario soportar circunstancias desagradables.
Pero el siervo de Dios es un hombre animoso y de principios en tales
situaciones, a imitación del ejemplo de Jesús. (Juan
16:33.) Con la fortaleza que le imparte su Dios, Jehová, se encara con
ánimo a los problemas difíciles, mientras confía en que Jehová le suministre
ayuda y guía. (Proverbios 18:10.)
9 El verdadero siervo de Dios es amo de su cuerpo.
Es decir, mantiene bajo control sus deseos y pasiones; está consciente de que
su cuerpo es un siervo apropiado pero un amo pésimo. Recuerda constantemente
las palabras inspiradas del apóstol Pablo: “Aporreo
mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo”. (1 Corintios
9:27.) Por consiguiente, siempre procura cultivar ese fruto “del espíritu [...] gobierno de uno mismo”, a
la vez que evita las cosas que a él lo corromperían. (Gálatas
5:22, 23.) Es sabio al reconocer que el ceder ante el pensar
inmoral puede llevar a la acción inmoral. De nuevo, cifra su confianza en su
Dios, Jehová, y en la fortaleza que Él da. (Filipenses
4:13.)
10 Y finalmente, el siervo de Dios puede admitir sus
errores, manifestar su pesar y expresar tal pena a su cónyuge y a otros que
haya ofendido o herido de una manera u otra debido a sus imperfecciones. Puede
acudir a Jehová y, con el corazón limpio, pedir perdón por sus pecados porque
ya ha pedido a su esposa, su semejante y sus hijos que lo perdonen. El poder
decir: “Lo siento, estaba equivocado”, es en realidad la señal de un verdadero
hombre, especialmente del siervo de Dios. (Mateo
18:21, 22; Marcos 11:25.)
11 ¿No diría usted que un hombre, esposo y padre de
esa clase tendría la ayuda de Jehová? (Salmo 54:4.)
¡Claro que sí!, él estaría equipado para hacer frente a los problemas que este
mundo moderno nos ocasiona a todos debido a los designios y el propósito de
Satanás de estropear todo lo bueno, incluso el matrimonio y la feliz unidad
familiar. Se ocuparía de la espiritualidad de los miembros de la familia al
dirigirlos en el estudio regular de la Palabra de Dios y en la oración, a
imitación del ejemplo de siervos fieles de Dios de tiempos bíblicos. (Deuteronomio 11:18-21; Proverbios 7:1-3.)
12 Pero hay algo más que se tiene que considerar.
También está el papel de la esposa al hacer frente a problemas en la familia.
Dirijamos ahora nuestra atención a las cualidades que ella querrá cultivar en
su vida. (Proverbios 19:14.)
Definición de la hermosura en la
cristiana
13 El libro de Proverbios nos dice algo acerca de la
mujer devota, sierva de Dios: “El encanto puede ser
falso, y la belleza puede ser vana; pero la mujer que teme a Jehová es la que
se procura alabanza”. (Proverbios 31:30.)
Entonces, ¿cómo adquiere la mujer esas cualidades que ganan para ella el cariño
de su esposo e hijos, o el de otras personas si ella es soltera, y hacen de
ella una persona con quien otros disfrutan asociarse? En primer lugar, la
sierva de Dios es una persona de gran corazón, lo cual significa que es
generosa, que está deseosa de ayudar a otros de cualquier manera que pueda, sea
en sentido material o espiritual. Si hay alguien necesitado, ella está entre
los primeros que quieren ayudar y se interesa genuinamente en las necesidades
de los demás. Pero, por supuesto, mantiene un equilibrio entre dicho interés y
el cuidado y la atención que tiene que dar, si está casada, a su propia
familia. (Tito 2:3-5.)
14 Además, una mujer de esa clase es humilde, no
altanera; bondadosa, no malhumorada; nítida, no descuidada; comprensiva, no
belicosa. Y si está casada, se esfuerza por seguir el consejo que da el apóstol
en 1 Pedro 3:1-5.
15 También, la sierva de Dios no se concentra en la
sabiduría mundana, sino que se esfuerza por cultivar espiritualidad. Es una
lectora asidua de la Biblia y se interesa en aplicar los principios de esta en
su vida. (Salmo 119:66.) Esto no lo hace
simplemente por interés propio, o por querer conocimiento solo para sí, sino,
más bien, ella piensa en compartir las cosas buenas que aprende, tanto en el
ministerio cristiano como en las conversaciones diarias que tiene con vecinos,
parientes y amistades. El esposo cristiano se complace en una esposa con quien
puede conversar sobre asuntos espirituales, como complemento suyo, alguien que
también aprecia las cosas espirituales y quiere participar con él en llegar a
conocer mejor a Jehová. (Proverbios 9:9, 10.)
Así que la sierva de Dios es discernidora y comprensiva. Si está casada, está
consciente de su papel como complemento de su esposo. Apoya a su esposo en dar
instrucción espiritual a los hijos, especialmente cuando él no está en el
hogar. (Compárese con 2 Timoteo 1:2, 5;
2 Juan 1, 2.) Continuará siendo amorosa y siendo amada en el
círculo familiar mucho después que la hermosura de la juventud se haya
desvanecido. Su esposo puede contar con ella para recibir observaciones buenas
y justas, opiniones bien fundadas y estímulo sincero, ya que ella es amable y
sensata. (Proverbios 25:11.) Cuando Abigaíl obró
con discernimiento y presteza, David dijo: “Bendita sea tu sensatez”. (1 Samuel 25:32, 33.)
16 La modesta influencia hacia el bien que una esposa
ejerce al apoyar a su esposo no consiste en palabras ásperas, amargas o
sarcásticas. El favor se gana mediante una apariencia agradable, palabras
apropiadas, tiernos actos amorosos, laboriosidad, bondad afable y profunda
comprensión. (Compárese con Proverbios 25:11; 31:10-28;
1 Tesalonicenses 2:7.) Mansedumbre, fe, modestia, estas son las
cualidades que ganan para la sierva de Dios cariño duradero. (Salmo 37:11; Hebreos 11:11, 31, 35; Proverbios 11:2.)
17 Otra de las cualidades sobresalientes de la sierva
de Dios es su aptitud para manifestar compasión y afecto. (Romanos 12:10.) Su adorno más hermoso es el amor, el
cual evita que ella sea desagradable en cosas de poca importancia. ¡Qué hermosa
descripción de ese amor se da en 1 Corintios
13:4-7! Según la Nueva Biblia Española (edición
latinoamericana), dice: “El amor es paciente, es
afable; el amor no tiene envidia, no se jacta ni se engríe, no es grosero ni
busca lo suyo, no se exaspera ni lleva cuentas del mal, no simpatiza con la
injusticia, simpatiza con la verdad. Disculpa siempre, confía siempre, espera
siempre, aguanta siempre”. FIN DEL ARTÍCULO
Una vez que has alcanzado
la madurez es preciso tener cuidado a fin de no hacerte malo e indolente. Es
cierto, un pecado en sí no vuelve inmaduro al cristiano maduro, pero si te
rodea de mal Karma, al tiempo que desarmoniza tu vibración interna y por
supuesto, afecta tu relación con Dios. 1 Corintios
14:20 aconsejó “No se hagan niñitos en
facultades de entendimiento, antes sean pequeñuelos en cuanto a la maldad; sin
embargo lleguen a estar plenamente desarrollados en facultades de
entendimiento.”
Nuestra fe y devoción
sincera a Dios hará posible que disfrutemos de esta vida con verdadera salud y
contentamiento espiritual. Pablo nos exhorto a todos así, “De todos modos, hasta donde hayamos progresado, sigamos andando
ordenadamente en esta misma rutina (Filipenses 3:16).” Si
recibiste esta información con aprecio es símbolo de tu avance espiritual
porque “el hombre físico no recibe las cosas del
espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no [las] puede llegar a
conocer, porque se examinan espiritualmente. 15 Sin embargo, el
hombre espiritual examina de hecho todas las cosas, pero él mismo no es
examinado por ningún hombre. 16 Porque “¿quién ha llegado a
conocer la mente de Jehová, para que le instruya?”. Pero nosotros sí tenemos la
mente de Cristo (1 Corintios 2:14-16)”.
Si llegas a tropezar y caer, si te das cuenta de
que defectos que creías vencidos están regresando, o si percibes claramente todos
tus errores, no te desanimes. Jehova dijo que “puede que el justo caiga hasta siete veces, y
ciertamente se levantará (Proverbios
24:16).”
El te conoce y por eso tiene fe en ti, la pregunta
es ¿te conoces a ti mismo? ¿Notaste hasta donde has progresado y discerniste un
plan de acción para madurar espiritualmente? Cierro este artículo como siempre,
deseándote ÉXITO EN TU CAMINO AL PADRE Y A SU CRISTO.
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