“Y Él
ciertamente estará de pie y hará pastoreo en la fuerza de Jehová, en la
superioridad del nombre de Jehová su Dios. Y ellos ciertamente seguirán
morando, porque ahora Él será grande hasta los cabos de la tierra.
- Miqueas 5:4 -
Con
los rumores de guerra, con los reportes de pestes y epidemias siendo noticias
de todos los días, y con los tentáculos del fascismo cerrándose y asfixiando
cada día más y más a Los Estados Unidos, la nación líder del llamado Mundo
Libre, es apropiado apartar un minuto de nuestro tiempo y hacer un análisis
cuidadoso y detallado de la profecía de Miqueas. Pero, ¿Por qué deberíamos
hacer eso? La razón por la cual debemos hacer eso es porque es en el contexto
de una guerra internacional; de pestes, de disturbios sociales, y de la
tiranía en que da inicio el juicio de IEVE; tal y como lo expresaron Miqueas
y otros profetas de la antigüedad.
Pero,
¿Cuál es el mensaje primordial que encierra la profecía de Miqueas? La
profecía de Miqueas describe el plan y el propósito de IEVE para enderezar de
una vez por todas los asuntos de la humanidad y arreglar las cosas con su
nación; la nación dedicada a Él y que lleva su Nombre. Esa es la razón por la
que la profecía de Miqueas da primordial importancia a la causa judicial que IEVE tiene contra su pueblo
durante el regreso de Cristo Jesús.
De
acuerdo a la secuencia en que se describen los hechos en la profecía de
Miqueas, el pueblo de Dios es primeramente subyugado por Babilonia como
medida disciplinaria debido a sus errores y transgresiones, y después, cuando
el imperio Asirio intenta un segundo ataque en contra del resto ungido que ha
sido humillado y purificado, IEVE interviene y aniquila a los atacantes de su
pueblo; lo cual resulta en el exterminio total y definitivo de las guerras a
lo largo y ancho del planeta tierra. Sin embargo, un análisis exhaustivo y
profundo nos hace dudar que esa sea la interpretación correcta de la profecía
de Miqueas. De hecho, tal parece que nosotros entendiéramos esta profecía al
revés. Un meticuloso análisis nos ayuda a encontrar ciertas “Contradicciones”;
contradicciones que hacemos bien al tomarlas en cuenta si hemos de entender
la profecía de Miqueas correctamente.
Como
todo estudiante competente de historia, sabe que el imperio Asirio destruyó a
Israel mucho antes que Judá fuera al cautiverio a Babilonia; no obstante, la
profecía de Miqueas sitúa la invasión Asiria después que los judíos fueron
liberados de Babilonia.
Además,
en el contexto de las palabras que anuncian que Belén será el lugar de
nacimiento del Mesías, Miqueas profetiza que el Juez de Israel es herido por
el asirio. El capítulo 5 del libro de Miqueas inicia con las siguientes
palabras: “En este tiempo te haces cortaduras, oh hija de una invasión; un
sitio ha puesto él contra nosotros. Con la vara golpearán sobre la mejilla al
juez de Israel.
”Y tú, oh Belén Efrata, el demasiado pequeño para llegar a estar
entre los miles de Judá, de ti me saldrá aquel que ha de llegar a ser
gobernante en Israel, cuyo origen es de tiempos tempranos, desde los días de
tiempo indefinido”.
Como
todos sabemos, el imperio Asirio ya no existía durante el tiempo que Jesús
vivió en la tierra. El imperio Asirio había sido derrocado muchos siglos
antes; poco tiempo después que IEVE frustró la invasión de Senaquerib en
contra de Judá. Por eso nos preguntamos, ¿Por qué la profecía de Miqueas
parece situar la invasión Asiria durante el tiempo en que Jesús vivió en la
tierra? Aunque es verdad que Jesús, el Juez nombrado para juzgar a Israel fue
perseguido, golpeado y herido por los agentes del imperio Romano, esto sucedió
mucho antes que el imperio Romano comenzara el estado de sitio en contra de
la ciudad de Jerusalén en el año 70. E.C.
Para
aumentar el enigma que encierra esta profecía, Miqueas parece decirnos que el
Juez nombrado por IEVE rescatará al pueblo de Dios de la invasión Asiria y
que Él termina destruyendo “La tierra de Nemrod”. Aunque con frecuencia a
Nemrod se le asocia con la ciudad de Babilonia, es bueno recordar que él
también fundó la ciudad de Nínive; ciudad que con el tiempo se transformó en
la capital del imperio Asirio.
Miqueas
5: 3-6 dice lo siguiente: “Y Él ciertamente estará de pie y hará pastoreo
en la fuerza de Jehová, en la superioridad del Nombre de Jehová su Dios. Y
ellos ciertamente seguirán morando, porque ahora Él será grande hasta los
cabos de la tierra. Y este tiene que llegar a ser paz. En cuanto al asirio,
cuando entre en nuestro país y cuando pise sobre nuestras torres de
habitación, nosotros también tendremos que levantar contra él siete pastores,
sí, ocho adalides de la humanidad. Y realmente pastorearán la tierra de
Asiria con la espada, y la tierra de Nemrod en sus entradas. Y él ciertamente
efectuará liberación [de manos] del Asirio, cuando entre en nuestra tierra y
cuando pise sobre nuestro territorio”.
Aparte
del hecho que Asiria no representaba ninguna amenaza para el pueblo de Dios
durante el tiempo en que Jesús vivió en la tierra, Jesús fue un verdadero
desconocido fuera de Israel durante el tiempo en que Él estuvo vivo; no
obstante, la profecía nos dice que Él será grande hasta los cabos de la
tierra.
Por
lo tanto, es obvio que Miqueas 5:6 es una clara referencia a la segunda
venida de Cristo Jesús. Como en el caso de otras profecías Mesiánicas, la
primera y la segunda venida de Cristo Jesús se intercalan y se mencionan indistintamente
en las Escrituras. Debido a esto, es evidente que tanto Asiria, así como
Babilonia e Israel, tienen significados proféticos relacionados con la
segunda venida de Cristo Jesús y el juicio final.
La
razón por la cual es posible que Asiria y Babilonia sirvan como símbolos de
potencias mundiales de la actualidad es porque desde el punto de vista de IEVE
solo existe un gobierno que ejerce su autoridad e influencia sobre las
naciones de la tierra. Este gobierno es la cosmocracia dirigida por Satanás
desde los principados espirituales. Aunque es verdad que la influencia de
Satanás permea todo ámbito de la vida en la tierra y se hace evidente,
también es cierto que a lo largo de la historia su gobierno y autoridad se ha
hecho visible y palpable por medio de los siete imperios que han existido a
lo largo de la existencia humana y que se han opuesto a IEVE, comenzando con
Egipto. Esa es la razón por la cual el libro de Revelación-Apocalipsis
simboliza la sucesión de las diferentes potencias mundiales que han existido
por medio de una monstruosa bestia con siete cabezas, las cuales se turnan en
su poder e influencia en los asuntos de la humanidad, y que representan la
manifestación visible y palpable del dragón de siete cabezas; dragón que
simboliza a Satanás.
Debe
notarse que aunque es cierto que existió enemistad entre Asiria y Babilonia,
ambas naciones solo fueron dos cabezas de una misma bestia; la cual es una
representación del infame y bestial sistema de cosas en que vivimos.
Esto
explica de alguna manera la extraña secuencia en que se dan los hechos en el
libro de Miqueas. Es posible y razonable pensar que Asiria y Babilonia sean
representaciones de potencias mundiales que llegaron a existir después que la Asiria y la Babilonia originales
desaparecieron.
De
igual manera, la nación de Israel es una representación de los ungidos; de
aquellos que serán pastoreados y comandados por Cristo Jesús; es decir, la futura
y verdadera congregación Cristiana. La nación de “Israel” no puede ser una
referencia a la nación literal de Israel que se encuentra en el Medio
Oriente, pues ella es una creación del imperialismo Británico que fue
concebida en el Siglo XIX, y que actualmente sirve como punto estratégico a
los intereses del imperio Anglo-Americano.
Por
lo tanto, el “Israel” que IEVE considera como suyo es el futuro Israel
espiritual, el cual será asediado por el Asirio. Por lo tanto, es razonable
pensar que Asiria es un símbolo que representa al Octavo Rey que encontramos
en el libro de Revelación y que invade la tierra de decoración durante el
tiempo del fin, el cual también es descrito por Ezequiel como el Gog de Magog
que sale del simbólico norte. Es obvio que este Gog de Magog es el mismo rey
del norte del que nos habla el profeta Daniel.
“Siete Pastores, sí,
Ocho Adalides de la Humanidad”
Como
todos los estudiantes de la
Biblia saben, cuando el rey Asirio Senaquerib intentó
conquistar la ciudad de Jerusalén su ejército fue destruido por un solo ángel
de IEVE. Los judíos ni siquiera tuvieron que disparar sus armas para
defenderse. Por lo tanto, nos preguntamos, ¿Por qué la profecía de Miqueas
menciona a.... siete pastores, sí, ocho adalides de la humanidad... y que
ellos realmente pastorearán la tierra de Asiria con la espada?
La
razón por lo que leemos eso es porque la profecía aplica al futuro Israel
espiritual, y aquellos que seran aceptados como hijos del reino están
destinados a regir y gobernar junto con Cristo Jesús. Puesto que el número
siete denota perfección celestial o un estado de plenitud, los “Siete
pastores” son una referencia a las 144,000 personas que son tomadas de la
tierra y que junto con Cristo Jesús; llenos de realeza verdadera, servirán
como reyes y sacerdotes en el reino del Señor. El hecho que se mencionen a
ocho adalides nos dice que a esos siete se les une la Persona de Jesús; quien
al igual que ellos, también fue tomado de entre la humanidad.
El
hecho que ellos pastorean al Asirio con la espada está en total armonía con
la promesa que Cristo Jesús hizo a sus seguidores de Tiatira, y por lo tanto,
a todas las congregaciones de la tierra que componen el Cuerpo de Cristo: “Y
al que venza y observe mis hechos hasta el fin, le daré autoridad sobre las
naciones, y pastoreará a la gente con vara de hierro, de modo que serán
hechos pedazos como vasos de barro, como lo que he recibido de mi Padre, y le
daré la estrella de la mañana. El que tenga oído, oiga lo que el espíritu
dice a las congregaciones”. -Revelación 2:26-28-.
Sin
embargo, por enésima vez debemos recordar que el cautiverio del pueblo de
Dios, así como su subsecuente liberación, es un aspecto y un detalle vital en
lo referente al propósito de IEVE. El cautiverio y la liberación del pueblo
de IEVE de las garras de Babilonia no es un asunto tan trivial e
insignificante ni tampoco es un acontecimiento que con ligereza puede relegarse
a la historia, o que puede olvidarse fácilmente. Como ya hemos mencionado
anteriormente, el cautiverio del pueblo de Dios en Babilonia fue la forma
como IEVE castigó y humilló a su infiel y altanero pueblo, y es por medio de
ese castigo como se resuelve la causa judicial de IEVE en contra de su
pueblo. En otras palabras, el cautiverio en Babilonia es el castigo al que se
le somete al pueblo de Dios por sus crímenes y ofensas en contra del Dios
Verdadero, y una vez que este castigo es cumplido, se resuelve para siempre y
de una vez por todas la causa judicial que IEVE tiene en contra de aquellos
que están en un pacto con Él.
El
cautiverio de los discípulos de Jesús en Babilonia la Grande fue predicho por
Jesús mismo en su profecía que nos habla del fin de este sistema de cosas. La
desolación del lugar santo es de manera innegable un aspecto central y vital
de la profecía de Jesús, la cual nos habla de la desolación de la futura y verdadera
congregación ungida, y no de la destrucción de la Cristiandad.
Esto
está en total armonía con las profecías que encontramos en Daniel; Isaías;
Ezequiel; Jeremías; Habacuc; Amós; Oseas, Joel, y Miqueas.
Sí,
IEVE Dios pronostica que Él hará de su lugar santo un lugar desolado y un
objeto de pasmo. En Miqueas 6:13- 16 leemos lo siguiente: “Haré que
enfermes mediante herirte; habrá un desolar[te], a causa de tus pecados. Tú
por tú parte, comerás y no te satisfarás, y tu vacuidad estará en medio de
ti. Y removerás [cosas], pero no [las] transportarás con seguridad; y lo que
transportaras con seguridad, lo daré a la espada misma. Tú, por tu parte,
sembrarás, pero no segarás. Tú, por tu parte, pisarás aceitunas, pero no te
untarás aceite; también vino dulce, pero no beberás vino...... para que yo
haga de ti un objeto de pasmo, y de los habitantes de ella algo de lo cual
silbar; y el oprobio de pueblos llevarán ustedes”.
De
manera profética, Miqueas nos habla de la actitud de los verdaderos siervos
de IEVE a la hora de ser humillados y castigados: “Pero en cuanto a mí,
por Jehová me mantendré vigilante. Ciertamente mostraré una actitud de espera
por el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá.
No te regocijes sobre mí, oh enemiga mía. Aunque he caído,
ciertamente me levantaré; aunque moro en la oscuridad, Jehová será una luz
para mí. El enfurecimiento de Jehová soportaré —porque he pecado contra él—
hasta que él conduzca mi causa judicial y realmente ejecute justicia para mí.
Me sacará a la luz; miraré su justicia. Y mi enemiga verá, y la vergüenza la
cubrirá, [a la] que me decía: “¿Dónde está él, Jehová tu Dios?”. Mis propios
ojos pondrán la vista sobre ella. Ahora ella llegará a ser un lugar de
holladura, como el fango de las calles”. -Miqueas 7:7-10-.
La
verdad de las cosas es que el rescate y la liberación del pueblo de Dios de
su cautiverio en Babilonia es una réplica de la liberación del pueblo de Dios
en los días de Moisés. Sí, la liberación del cautiverio del pueblo de Dios no
se llevará a cabo por medio de abogados ni de maniobras legales. Esta
liberación será el resultado de una impresionante acción divina por parte de
nuestro Dios. Esa es la razón por la cual Miqueas continúa diciendo:
“Como en los días de tu salida de la tierra de Egipto le
mostraré cosas maravillosas. Naciones verán, y se avergonzarán de todo el
poderío de ellas. Pondrán [la] mano sobre [la] boca; sus oídos mismos
ensordecerán. Lamerán polvo como las serpientes; como reptiles de [la] tierra
saldrán de sus baluartes en agitación. A Jehová nuestro Dios vendrán
temblando, y tendrán miedo de ti”.
Las
palabras de clausura de la profecía de Miqueas nos dicen que la liberación
del pueblo de Dios de su cautiverio en Babilonia es el resultado del amoroso
perdón de IEVE para con el resto de su herencia; es decir, para con Jacob.
Por lo tanto, podemos decir que el rescate del pueblo de IEVE significa que
el propósito de IEVE de formar una familia mundial de reyes y emperadores
espirituales por fin llega su fin. El trabajo de expiación que Cristo Jesús
comenzó llega a su fin y logra su propósito por medio de la redención de la
semilla de Abrahán, y por lo tanto, todos sus pecados son perdonados. Es
entonces cuando IEVE Dios los recibe en su lugar de habitación y el gobierno
de Dios comienza su reinado; reinado que no tendrá fin. El resultado del
juicio final lo expresa el profeta Miqueas en las palabras de clausura de su
profecía:
¿Quién es un Dios como tú, uno que perdona el error y pasa por
alto la transgresión del resto de su herencia? Ciertamente no tendrá asida su
cólera para siempre, porque se deleita en la bondad amorosa. Volverá a
mostrarnos misericordia; sujetará nuestros errores. Y arrojarás a las
profundidades de[l] mar todos sus pecados. Darás [el] apego a la verdad
[dado] a Jacob, [la] bondad amorosa [dada] a Abrahán, que juraste a nuestros
antepasados desde los días de mucho tiempo atrás”. -Miqueas 7 18-20-.
“Los Demás de sus Hermanos Volverán a los Hijos de Israel”
Sin
embargo, antes que este perdón ocurra los hijos de Dios primero tienen que
ser disciplinados y castigados por sus errores. Por favor, considere
detalladamente la profecía de Miqueas a la luz de lo que nos dicen otros
profetas. Haciendo referencia al Israel espiritual, Miqueas 5:3 no dice lo
siguiente:
“Por lo tanto, Él los cederá hasta el tiempo en que la que da a
luz realmente dé a luz. Y los demás de sus hermanos volverán a los hijos de
Israel”.
Ahora
bien, ¿Quiénes son aquellos “Hermanos” a los que se hace referencia? Ellos
son los hermanos espirituales del Gobernante de Israel mencionado en el
versículo dos. El regreso del “Resto de sus hermanos” es una referencia a los
hermanos de Jesús que vuelven del cautiverio en Babilonia; y como es obvio
pensar, el regreso de ellos de su cautiverio en Babilonia es el resultado del
pastoreo de Jesús, quien ejerce este pastoreo basado “En la superioridad
del Nombre de IEVE”.
“Aquella
que da a luz realmente a los hermanos de Jesús” nos recuerda a aquella mujer
que da a luz a un hijo varón de la que nos habla el libro de Revelación.
Referente a esta “Mujer” leemos: “Y ella dio a luz un hijo, un varón, que
ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro. Y su hijo fue
arrebatado hacia Dios y hacia su trono. Y la mujer huyó al desierto, donde tiene
un lugar preparado por Dios, para que la alimentaran allí mil doscientos
sesenta días”. -Revelación 12:5-. -Para un comentario más amplio acerca
de esta mujer, por favor lea el comentario ¿Quién es la Mujer de la Profecía?-.
En
otro lugar Miqueas nos habla de la mujer espiritual de Dios, y nos dice que
ella sufre convulsiones y dolores de parto, pero en lugar de huir al desierto
ella tendrá que residir en el campo:
“Ahora bien, ¿por qué sigues gritando [con voz] fuerte? ¿No hay
rey en ti, o ha perecido tu propio consejero, de modo que se hayan apoderado
de ti dolores como los de una mujer que da a luz? Está con dolores fuertes y
estalla, oh hija de Sión, como una mujer que da a luz, porque ahora saldrás
de un pueblo, y tendrás que residir en el campo. Y tendrás que llegar hasta
Babilonia. Allí serás librada. Allí Jehová te comprará de nuevo de la palma
de la mano de tus enemigos”.
Debido
a lo que hemos considerado hasta ahora, podemos inferir que el reino de
Cristo Jesús nace por medio de esta mujer mientras ella se halla cautiva en
Babilonia la Grande. La razón por la que decimos esto es porque de acuerdo a
la revelación contenida en el libro de Miqueas, la invasión Asiria sucede
inmediatamente después que IEVE Dios libera a su pueblo de Babilonia. El
hecho que el lugar santo de Dios es invadido en dos ocasiones en un periodo
de tiempo muy corto está en armonía con las dos incursiones del rey del norte
durante el tiempo del fin. -Para más detalles por favor vea el comentario El Rey del Norte Llega a
su Fin-.
Por
lo tanto, no es casualidad que Miqueas 4:11-13 comience con las palabras “Y
ahora”, pues leemos: “Y ahora ciertamente se reunirán contra ti muchas
naciones, las que dicen: ‘Sea contaminada, y posen nuestros ojos la vista
sobre Sión'. Pero en cuanto a ellos, no han llegado a conocer los
pensamientos de Jehová, y no han llegado a entender su consejo; porque él
ciertamente los juntará como una hilera de grano recién cortado a la era.
Levántate y trilla, oh hija de Sión; porque tu cuerno cambiaré a hierro, y
tus cascos cambiaré a cobre, y ciertamente pulverizarás a muchos pueblos; y
por una proscripción realmente darás por entero a Jehová la ganancia injusta
de ellos, y sus recursos al Señor [verdadero] de toda la tierra.” En este
tiempo te haces cortaduras, oh hija de una invasión; un sitio ha puesto él
contra nosotros. Con la vara golpearán sobre la mejilla al juez de Israel”.
Las
naciones “Que no han llegado a conocer
los pensamientos de Jehová” y a “Entender su consejo” no pueden comprender
el hecho de que Dios se haya indignado en contra de su pueblo y permite que
ellos sean humillados y disciplinados no significa que Él los haya rechazado
o abandonado. Para que esta profecía tenga sentido para nosotros es necesario
pensar que las naciones se unen en contra de “Jacob” inmediatamente después
de su desolación y de su subsecuente restauración.
Por
lo tanto, es razonable pensar que la recompra y la liberación de los hermanos
de Jesús de su cautiverio en Babilonia se cumple durante el sellamiento y
reunión final de los escogidos; tal y como Jesús explicó. Para ese entonces IEVE
Dios habrá llevado a su final su causa judicial en contra de sus hijos y de
su rebelde y extraviada nación. Por eso, la exhortación que dice “Sea ella
contaminada nuevamente” es una sentencia de muerte de las naciones para
sí mismas, pues ellas se creen capaces de exterminar a los hijos de Dios. El “Golpe
sobre la mejilla del Juez de Israel” se da por medio de la persecución
que sufren los hermanos de Jesús durante la Gran Tribulación;
pues tal y como Él dijo, el que hiere a sus hermanos hiere a Cristo Jesús.
-Para un análisis más detallado por favor vea el comentario ¿Sobrevivirá el
Cristianismo el Fin de Este Mundo? En una próxima entrada.
Como
respuesta a la agresión indirecta en contra del Juez de Israel, a la hija de
Sión se le otorga un poder inmenso, lo cual hace que ella destruya a las
naciones convirtiéndolas en polvo. Esto sucede cuando el último de los hijos
de Dios es asesinado y es resucitado inmediatamente a la vida celestial,
donde él se reunirá con el resto de sus hermanos dentro del reino de Dios, y
juntos destruirán a los enemigos de Dios que se encuentran en la tierra. Sí,
“La ganancia injusta” que el Octavo Rey logró durante su gobernación, así
como todos los recursos disponibles serán dedicados a la adoración y
glorificación de IEVE y de su Santo Nombre. Esto sucederá cuando los
sobrevivientes de Armagedón tomen posesión de las pertenencias del Octavo Rey
y las dediquen para la gloria y alabanza de su Dios a lo largo y ancho de
toda la tierra.
“Como un León Entre las Ovejas”
El
espíritu santo de IEVE es la fuerza más poderosa del universo. Sí, esta
fuerza es la más noble de todas, pues produce los frutos del espíritu, tales
como el amor, la paz, la bondad, la gran paciencia y otras cualidades y
virtudes. Sin embargo, el espíritu santo de Dios también puede convertirse en
un arma mortal y puede capacitar a aquel que lo posee para efectuar los más
asombrosos actos bélicos.
Por
lo tanto, NO debemos pensar que el sellamiento final y el recogimiento
de los escogidos una vez que haya sucedido la desolación del lugar santo sea
un acontecimiento trivial y cotidiano. Miqueas nos describe la situación que
privará cuando sucedan estos acontecimientos:
“Y los restantes de Jacob tienen que llegar a ser en medio de
muchos pueblos como rocío de Jehová, como chaparrones copiosos sobre
vegetación, que no espera en el hombre ni aguarda a los hijos del hombre
terrestre. Y los restantes de Jacob tienen que llegar a ser entre las
naciones, en medio de muchos pueblos, como un león entre las bestias de un
bosque, como un leoncillo crinado entre hatos de ovejas, el cual, cuando
realmente pasa a través, ciertamente huella así como también despedaza; y no
hay libertador. Tu mano estará muy por encima de tus adversarios, y todos los
enemigos tuyos serán cortados”.
En
armonía con lo que nos dicen numerosas profecías Hebreas, el profeta Miqueas
nos confirma el hecho que habrá un último derramamiento del espíritu santo de
Dios sobre aquellos que en dos ocasiones él los llama los restantes de Jacob.
Tal
derramamiento del espíritu santo de IEVE sobre los restantes de Jacob
transformará a simples e insignificantes hombres en seres gloriosos similares
a Cristo Jesús. Es durante ese tiempo cuando sucede la revelación de los
hijos de Dios, y ellos llegan a ser refrescantes como el rocío de la
madrugada para resto de ovejas, y son también ellos aquellos que llegan a ser
como un indómito y salvaje león en medio de las ovejas. Ellos serán feroces y
despiadados en su defensa de la
Verdad y de la
Soberanía de su Dios. Será en ese entonces cuando los
hermanos de Cristo Jesús tendrán que comparecer ante los reyes y príncipes de
este mundo para dar un testimonio a favor de su Padre; testimonio que será
apoyado por el espíritu santo de IEVE. No habrá una segunda opción. La
confrontación directa con el Octavo Rey será inevitable.
Durante
ese tiempo; es decir, durante la hora que dura el reinado del Octavo Rey, “Las buenas Nuevas
del reino se predicarán por toda la tierra habitada para testimonio de todas
las naciones” ; predicación que será encabezada por los feroces hijos del
Dios Verdadero.
La
oscura y poco conocida profecía de Nahúm nos confirma esto. La profecía de
Nahúm está dirigida en contra del imperio Asirio; y por lo tanto, también
aplica al Octavo Rey. Esto se hace evidente cuando leemos que el juicio de
IEVE en contra del Asirio termina en la total aniquilación de éste, de tal
manera que la angustia no se levantará por segunda vez. Obviamente, el
derrocamiento de Nínive no resultó en que la angustia no volviera a levantarse
por segunda vez. La declaración en contra de Nínive es solo una sombra del
juicio final en contra del Octavo Rey.
Lo
más interesante y sorprendente de todo esto es que Nahúm sitúa la predicación
de las Buenas Nuevas como un preludio a la inminente y definitiva destrucción
del Asirio. Nahúm 1:15 dice lo siguiente:
“¡Mira! Sobre las montañas los pies de uno que trae buenas
nuevas, uno que publica la paz. Oh Judá, celebra tus fiestas. Paga tus votos;
porque ya no volverá a pasar por ti ninguna persona que no sirve para nada.
Enteramente será por cierto cortada”.
Los
pies del que trae Buenas Nuevas solo puede ser una referencia a Cristo Jesús.
Aquel que no sirve para nada, y a quien no se le permitirá volver a pasar por
Israel solo puede ser la cosa repugnate que planta sus tiendas palaciegas en
el lugar santo durante la Gran Tribulación.
Por
lo tanto, es evidente que el trabajo significativo en lo referente a la
predicación de las Buenas Nuevas aún está en el futuro. Tal y como lo indica
la profecía, ellos -Los hijos de Dios- no tendrán que esperar o depender de
la aprobación del hombre terrestre. Todos y cada uno de los hijos de Dios
hablará por su propia cuenta y hablarán inspirados por el incontenible
espíritu santo de Dios. Ellos tendrán autorización de hablar en el Nombre de
Jesús porque para ese entonces ellos ya habrán obtenido la aprobación
irrevocable de su Padre y actuarán como verdaderos embajadores del reino de
Dios.
El
trabajo de intensa predicación que nos espera se llevará a cabo después que
los ángeles de IEVE expulsen y destruyan al esclavo inicuo e indolente que en
estos momentos reside en la “casa” de IEVE, y el restante de los hijos de
Dios sean disciplinados, purificados, y limpiados de su suciedad. Los juicios
de IEVE se llevarán a cabo por medio de la guerra, hambre, pestes y
epidemias, seguido por un segundo derramamiento del espíritu santo de Dios
similar al que sucedió en el Pentecostés, que permitirá a los hijos de Dios y
al resto de ovejas dar testimonio a las naciones que el fin del mundo de Satanás
ha llegado. Aunque en este momento es inconcebible e inimaginable pensar cómo
sucederán estas cosas, podemos estar seguros que servirán para dar testimonio
convincente e inapelable del juicio final de IEVE Dios en contra de este
mundo inicuo.
Sí,
será en ese entonces cuando se cumplirán las palabras del profeta Miqueas que
nos dicen:
“Y ciertamente desarraigará de en medio los postes sagrados y
aniquilará las ciudades. Y en cólera y en furia ciertamente ejecutará
venganza sobre las naciones que no han obedecido”. -Miqueas 5:15-.
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viernes, 11 de octubre de 2013
MIQUEAS Y EL JUICIO FINAL.
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