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lunes, 4 de noviembre de 2013

Días de fiesta



Definición: Días en que la gente generalmente tiene tiempo libre del trabajo seglar y de la escuela para conmemorar cierto acontecimiento. Tales días pueden ser también ocasiones para fiestas de familia o de la comunidad. Los participantes quizás los consideren religiosos, o en gran parte acontecimientos sociales o seglares.

¿Es la Navidad una celebración basada en la Biblia?

La fecha de la celebración

  La Cyclopædia de M’Clintock y Strong dice: “La observancia de la Navidad no proviene de designación divina, y el N[uevo] T[estamento] no le dio origen. De hecho, ni del N[uevo] T[estamento] ni de ninguna otra fuente puede determinarse el día del nacimiento de Cristo” (Nueva York, 1871, tomo II, pág. 276).

  Lucas 2:8-11 muestra que había pastores en los campos de noche cuando nació Jesús. El libro Daily Life in the Time of Jesus (La vida diaria en los días de Jesús) declara: “Los rebaños [...] pasaban el invierno bajo cubierta; y de esto en sí mismo se puede ver que no es probable que la fecha tradicional para la Navidad, en el invierno, sea correcta, dado que el Evangelio dice que los pastores estaban en los campos” (Nueva York, 1962, Henri Daniel-Rops, pág. 228).

  The Encyclopedia Americana nos informa: “La razón para establecer el 25 de diciembre como la Navidad no está muy clara, pero por lo general se sostiene que se escogió el día porque correspondía con las fiestas paganas que se celebraban alrededor del tiempo del solsticio de invierno, cuando los días empiezan a alargarse, para celebrar el ‘renacimiento del Sol’. [...] Las saturnales romanas (una fiesta dedicada a Saturno, el dios de la agricultura, y al poder renovado del Sol), también tenían lugar en este tiempo, y se cree que algunas costumbres navideñas tengan sus raíces en esta antigua celebración pagana” (1977, tomo 6, pág. 666).

  La New Catholic Encyclopedia reconoce esto: “No se conoce la fecha del nacimiento de Cristo. Los Evangelios no indican ni el día ni el mes. [...] De acuerdo con la hipótesis que sugiere H. Usener [...] y que la mayoría de los escriturarios de hoy aceptan, se asignó al nacimiento de Cristo la fecha del solsticio de invierno (el 25 de diciembre en el calendario juliano, 6 de enero en el egipcio), porque en este día, a medida que el Sol empezaba a regresar a los cielos norteños, los devotos paganos de Mitra celebraban el dies natalis Solis Invicti (natalicio del Sol Invicto). El 25 de diciembre de 274 Aurelio había proclamado al dios solar el patrón principal del imperio, y le había dedicado un templo en el Campo de Marte. La Navidad se originó en un tiempo en que el culto del Sol era especialmente dominante en Roma” (1967, tomo III, pág. 656).

Los magos dirigidos por una estrella

  Aquellos magos eran en realidad astrólogos del oriente (Mat. 2:1, 2, NM; BD). Aunque la astrología es popular entre muchas personas hoy, la Biblia desaprueba enérgicamente esta práctica. ¿Habría conducido Dios hacia el recién nacido Jesús a personas cuyas prácticas condenaba?

  Mateo 2:1-16 muestra que la estrella condujo a los astrólogos primero hacia el rey Herodes y luego hacia Jesús, y que Herodes entonces procuró que se diera muerte a Jesús. No se menciona que nadie además de los astrólogos haya visto la “estrella”. Después que ellos partieron, el ángel de IEVE advirtió a José que huyera a Egipto para proteger al niño. ¿Fue aquella “estrella” una señal procedente de Dios, o provino de alguien que procuraba la aniquilación del Hijo de Dios?

  Note que el registro bíblico no dice que ellos hallaron al infante Jesús en un pesebre, como por costumbre se pinta en el arte navideño. Cuando los astrólogos llegaron, Jesús vivía en una casa con sus padres. En cuanto a la edad de Jesús entonces, recuerde que Herodes, basándose en lo que había llegado a saber mediante los astrólogos, decretó que se aniquilara a todos los niños varones del distrito de Belén que tuvieran dos años de edad o menos. (Mat. 2:1, 11, 16.)

El dar regalos como parte de la celebración; los cuentos acerca de San Nicolás, Papá Noel, etc.

  La práctica de dar regalos de Navidad no está basada en lo que hicieron los magos. Como se muestra arriba, ellos no llegaron cuando Jesús nació. Además, no se dieron regalos unos a otros, sino que los dieron al niño Jesús, en armonía con lo que se acostumbraba en aquel entonces al visitar a personas notables.

  The Encyclopedia Americana declara: “Durante las saturnales [...] predominaba el banquetear, y se intercambiaban regalos” (1977, tomo 24, pág. 299). En muchos casos, esto representa el espíritu del dar navideño... el intercambio de regalos. El espíritu que se refleja en dicha costumbre de dar regalos no trae verdadera felicidad, porque viola principios cristianos, como los que se encuentran en Mateo 6:3, 4 y 2 Corintios 9:7. Ciertamente el cristiano puede dar regalos a otras personas en otras ocasiones durante el año para expresar su amor, y puede hacerlo cuantas veces quiera.

  Según el lugar donde los niños vivan, se les dice que reciben los regalos de Santa Claus, San Nicolás, Papá Noel, Père Noël, Knecht Ruprecht, los reyes magos, el duende Jultomten (o Julenissen), o una bruja llamada la Befana (The World Book Encyclopedia, 1984, tomo 3, pág. 414). Por supuesto, ninguno de esos cuentos es realmente verídico. ¿Cultiva en los niños un respeto por la verdad el relatarles tales cuentos, y honra dicha práctica a Jesucristo, quien enseñó que a Dios hay que adorarlo con verdad? (Juan 4:23, 24.)

¿Hay alguna objeción a participar en celebraciones que quizás tengan raíces no cristianas, con tal que no se haga por motivos religiosos?

Efe. 5:10, 11: “Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor; y cesen de participar con ellos en las obras infructíferas que pertenecen a la oscuridad, sino, más bien, aun censúrenlas.”

2 Cor. 6:14-18: “¿Qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial? ¿O qué porción tiene una persona creyente con un incrédulo? ¿Y qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? [...] ‘“Por lo tanto sálganse de entre ellos, y sepárense”, dice IEVE, “y dejen de tocar la cosa inmunda”’; ‘“y yo los recibiré, [...] y ustedes me serán hijos e hijas”, dice IEVE el Todopoderoso.’” (El amor genuino a IEVE y un fuerte deseo de agradarle ayudarán a uno a librarse de prácticas no cristianas que quizás hayan tenido atractivo emocional para uno. La persona que realmente conoce a IEVE y lo ama no opina que al evitar prácticas que honran a dioses falsos o que promueven la falsedad queda de algún modo privada de felicidad. El amor genuino hace que se regocije, no por la injusticia, sino con la verdad. Véase 1 Corintios 13:6.)

Compárese con Éxodo 32:4-10. Note que los israelitas adoptaron una práctica religiosa egipcia, pero le dieron un nuevo nombre, “fiesta a IEVE”. Pero IEVE los castigó severamente por haber hecho esto. Hoy vemos solo prácticas del siglo XX y XXI relacionadas con los días de fiesta. Algunas quizás parezcan inofensivas. Pero IEVE observó directamente las prácticas religiosas paganas de las cuales se originaron. ¿No debería ser el punto de vista de él lo que nos importara?

Ilustración: Suponga que una multitud de personas fueran al hogar de cierto caballero y le dijeran que estaban allí para celebrar el cumpleaños de él. Él no está a favor de la celebración de los cumpleaños. No le agrada ver a las personas excederse en el comer ni emborracharse ni participar en conducta relajada. Pero algunas de ellas hacen todo eso, ¡y traen regalos para todos los presentes menos para él! Por si fuera poco, la fecha que escogen para la celebración es la del cumpleaños de uno de los enemigos del hombre. ¿Cómo se sentiría el hombre? ¿Querría usted ser partícipe de esto? Eso es exactamente lo que se está haciendo en las celebraciones navideñas.

¿Qué origen tienen la Pascua Florida y las costumbres relacionadas con esta?

The Encyclopædia Britannica comenta: “No hay en el Nuevo Testamento, ni en los escritos de los Padres apostólicos, indicación alguna de que se celebrara la fiesta de la Pascua Florida. La santidad de tiempos especiales no era idea que existiera en la mente de los primeros cristianos” (1910, tomo VIII, pág. 828).

The Catholic Encyclopedia nos dice: “Muchísimas costumbres paganas, que celebraban el retorno de la primavera, fueron moviéndose inexorablemente hacia la Pascua Florida. El huevo es el emblema de la vida que germina en la primavera temprana. [...] El conejo es un símbolo pagano y siempre ha sido emblema de fecundidad” (1913, tomo V, pág. 227).

El libro The Two Babylons (Las dos Babilonias), de Alexander Hislop, declara: “¿Qué significa en sí el término Easter [nombre que se da en inglés a la Pascua Florida]? No es un nombre cristiano. Lleva en su mismísima frente su origen caldeo. Easter no es otra cosa que Astarté, uno de los títulos de Beltis, la reina del cielo, cuyo nombre, [...] tal como lo encontró Layard en los monumentos asirios, es Istar. [...] Esta es la historia de Easter. Las observancias populares que aún acompañan el período de su celebración confirman ampliamente el testimonio de la historia respecto a su carácter babilónico. Los panecillos calientes que llevan una cruz encima y caracterizan el Viernes Santo, y los huevos pintados del Domingo de Pascua, figuraban en los ritos caldeos al igual que figuran en los de ahora” (Nueva York, 1943, págs. 103, 107, 108; compárese con Jeremías 7:18).

¿Son objetables para los cristianos las celebraciones de Año Nuevo?

De acuerdo con The World Book Encyclopedia: “El gobernante romano Julio César estableció el 1 de enero como el Día de Año Nuevo en 46 a. de J.C. Los romanos dedicaron este día a Jano, el dios de las entradas, las puertas y los comienzos. El mes de enero recibió nombre en honor de Jano, que tenía dos caras... una que miraba hacia adelante y la otra que miraba hacia atrás” (1984, tomo 14, pág. 237).

Tanto la fecha como las costumbres relacionadas con las celebraciones de Año Nuevo varían de un país a otro. En muchos lugares, la jarana y las bebidas forman parte de las fiestas. No obstante, Romanos 13:13 aconseja: “Como de día andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y borracheras, no en coito ilícito y conducta relajada, no en contienda y celos”. (Véanse también 1 Pedro 4:3, 4 y Gálatas 5:19-21.)

¿Qué sirve de base a los días de fiesta en memoria de los “espíritus de los difuntos”?

La edición de 1910 de The Encyclopædia Britannica declara: “El Día de los Difuntos [...] el día designado en la Iglesia Católica Romana para la conmemoración de los difuntos fieles. La celebración se basa en la doctrina de que las almas de los fieles que al tiempo de morir no han sido limpiadas de pecados veniales, o que no han hecho expiación por transgresiones del pasado, no pueden alcanzar la Visión Beatífica, y que se les puede ayudar a alcanzarla por rezos y por el sacrificio de la misa. [...] Ciertas creencias populares relacionadas con el Día de los Difuntos son de origen pagano y de antigüedad inmemorial. Así sucede que los campesinos de muchos países católicos creen que en la noche de los Difuntos los muertos vuelven a las casas donde antes habían vivido y participan de la comida de los vivientes” (tomo I, pág. 709).

The Encyclopedia Americana dice: “Elementos de las costumbres relacionadas con la víspera del Día de Todos los Santos se remontan a una ceremonia druídica de tiempos precristianos. Los celtas tenían fiestas para dos dioses principales... un dios solar y un dios de los muertos (llamado Samhain), la fiesta del cual se celebraba el 1 de noviembre, el comienzo del año nuevo celta. La fiesta de los difuntos fue gradualmente incorporada en el ritual cristiano” (1977, tomo 13, pág. 725).

El libro The Worship of the Dead (La adoración de los difuntos) señala a este origen al decir: “Las mitologías de todas las naciones antiguas están entretejidas con los sucesos del Diluvio [...] El vigor de este argumento está ilustrado por el hecho de que una gran fiesta de los muertos en conmemoración de ese acontecimiento se observa, no solo en naciones que más o menos se encuentran en comunicación entre sí, sino también en otras extensamente distanciadas, tanto por el océano como por siglos de tiempo. Además, todos celebran esta fiesta más o menos el mismísimo día en que, de acuerdo con el relato mosaico, tuvo lugar el Diluvio, a saber, el decimoséptimo día del segundo mes... el mes que casi corresponde con nuestro noviembre” (Londres, 1904, Colonel J. Garnier, pág. 4). Así que estas celebraciones en realidad comenzaron como una fiesta para honrar a personas que, debido a su maldad, habían sido destruidas por Dios en los días de Noé. (Gén. 6:5-7; 7:11.)

Esos días de fiesta que honran a los “espíritus de los difuntos” como si estos estuvieran vivos en otro lugar van contra la descripción bíblica de la muerte como un estado de completa inconsciencia. (Ecl. 9:5, 10; Sal. 146:4.)

Respecto al origen de la creencia sobre la inmortalidad del alma humana, lo veremos en posteriores post.

¿Cuál es el origen del Día de San Valentín?

The World Book Encyclopedia nos informa: “El Día de San Valentín cae en el día festivo de dos diferentes mártires cristianos llamados Valentín. Pero las costumbres relacionadas con ese día [...] probablemente vienen de una fiesta romana antigua llamada Lupercalia, que tenía lugar cada 15 de febrero. Esta fiesta honraba a Juno, la diosa romana de las mujeres y del matrimonio, y a Pan, el dios de la naturaleza” (1973, tomo 20, pág. 204).

¿Cuál es el origen de la práctica de dedicar un día para honrar a las madres?

La Encyclopædia Britannica dice: “Una fiesta derivada de la costumbre de adorar a la madre en la antigua Grecia. La adoración formal a la madre, con ceremonias a Cibeles, o Rea, la Gran Madre de los Dioses, se ejecutaba en los idus de marzo por toda Asia Menor” (1959, tomo 15, pág. 849).

¿Qué principios bíblicos explican el punto de vista de los cristianos respecto a ceremonias que conmemoran acontecimientos de la historia política de una nación?

Juan 18:36: “Jesús contestó [al gobernador romano]: ‘Mi reino no es parte de este mundo.’”

Juan 15:19: “Si ustedes [los seguidores de Jesús] fueran parte del mundo, el mundo le tendría afecto a lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia.”

1 Juan 5:19: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” (Compárese con Juan 14:30; Revelación 13:1, 2; Daniel 2:44.)

Otros días de fiestas locales y nacionales

Hay muchos. No se pueden considerar todos aquí. Pero la información histórica que se ha provisto aquí indica lo que hay que examinar con relación a cualquier día de fiesta, y los principios bíblicos que ya se han considerado proporcionan amplia guía para las personas cuyo deseo principal es hacer lo que agrada a IEVE Dios.





Qué hay detrás de la Navidad, la Pascua Florida y el Halloween

LA BIBLIA indica que Jesús tenía 33 años y medio cuando lo fijaron en un madero a principios de la primavera del año 33 E.C., en la época de la Pascua judía. Si contamos hacia atrás, llegamos a la conclusión de que Jesús nació a principios del otoño.

La fiesta pagana de las saturnales romanas, con las que se conmemoraba el cumpleaños del Sol invicto, se celebraba unos tres meses después. ¿Cómo fue que se pospuso al 25 de diciembre la conmemoración del nacimiento de Jesús para que coincidiera blasfemamente con la celebración pagana del cumpleaños del Sol?

Como los días de diciembre son cada vez más cortos, inspiraban un miedo supersticioso en los adoradores del Sol, que temían que su dios se estuviese muriendo. Quemaban velas y encendían hogueras para ayudar a revivir a la deidad enferma. Y creían conseguirlo, pues tras el solsticio de invierno, el 21 de diciembre, el dios-sol parecía recuperar su fuerza y los días se hacían más largos.

“El mes de diciembre era el más importante para las celebraciones paganas, y el 25 de diciembre constituía el punto culminante de los jolgorios invernales —explica el tabloide Church Christmas Tab—. Hay quienes creen que el obispo de Roma escogió el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Cristo para ‘santificar’ las festividades paganas. El resultado fue una extraña mezcla de fiestas paganas y cristianas que el mundo ahora denomina Navidad.” El mismo artículo admite: “La palabra ‘Navidad’ no aparece en la Biblia. Las Escrituras no conservan mandato alguno de que deba celebrarse el nacimiento de Jesús”.

No sorprende que el teólogo Tertuliano se quejara: “Nosotros, que desconocemos los sábados, los novilunios y las fiestas, en otro tiempo aceptables a Dios, ahora frecuentamos las saturnales [y otras fiestas paganas], llevamos regalos de un lado a otro [...] y participamos en deportes y banquetes con alboroto”.

El papa Gregorio I siguió esta misma tendencia profana. Según la revista Natural History, “en vez de tratar de eliminar las costumbres y creencias del pueblo, sus instrucciones fueron: utilizadlas. Si cierta comunidad adora un árbol, consagradlo a Cristo en vez de cortarlo y dejad que sigan adorándolo”.

La verdad y la falsedad no se mezclan

¿Contaba con la aprobación divina esta actitud transigente? Fíjese en la advertencia que Dios dio a su pueblo cuando estaba a punto de entrar en la pagana tierra de Canaán: “Cuídate [...] por temor de que inquieras respecto a sus dioses, diciendo: ‘¿Cómo acostumbraban estas naciones servir a sus dioses? Y yo, sí, yo, ciertamente haré de la misma manera’. No debes hacerle de esa manera a IEVE tu Dios, porque toda cosa detestable a IEVE, que él de veras odia, la han hecho ellas a sus dioses”. (Deuteronomio 12:30, 31.) En las Escrituras Griegas Cristianas se repite la misma advertencia: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos. Porque, ¿qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial [nota al pie de la página: Satanás]? ¿O qué porción tiene una persona fiel con un incrédulo?”. (2 Corintios 6:14, 15.)

¿Qué le resulta a Dios tan ofensivo de estos dioses falsos y la adoración que se les tributa? Saturno era el dios-sol romano, al que se honraba con las saturnales. ¿Merecía tal honra? Simon Schama, profesor de Historia de la Universidad de Harvard, dice que era “símbolo de la inmoderación en el comer y el beber y de todo otro exceso orgiástico”. La revista Lear’s define esta fiesta como “la orgía de vino más famosa del mundo antiguo”.

El culto al dios-sol Mitra se extendió por toda Asia. Según el antropólogo Gabriel Seabrook, Mitra era “un dios guerrero que lanzaba flechas asesinas y enfermedades incurables contra sus enemigos en el campo de batalla”.

La adoración al Sol que rendían los aztecas era sumamente sangrienta. La revista Natural History explica que “a menos que se sacrificaran víctimas a los dioses solares, toda vida —incluida la de los dioses— moriría”.

Tras repasar los orígenes de esta celebración quizás no le sorprenda que las brujas y los satanistas todavía veneren el 25 de diciembre. El periódico San Francisco Chronicle del 21 de diciembre de 1991 cita las siguientes palabras de una bruja que es además una popular escritora pagana: “Es una de nuestras fiestas más agotadoras. Estamos en pie toda la noche”. Otra mujer, perteneciente al grupo “Pacto de la Diosa”, dijo: “Escenificamos nuestro ritual [...]. Miembros de nuestro clero realizan una interpretación dramática del nacimiento del niño solar”.

¿Aceptarán Dios o su Hijo ese tipo de honra, en la que se refleja la adoración de dioses falsos?

La Pascua Florida: ¿Easter (en inglés) o Astarté?

Los festejos de esta celebración familiar comienzan de madrugada, cuando la familia se levanta para recibir con temor reverencial al Sol saliente. Los niños estrenan sus mejores galas y se ponen sombreros nuevos. También se utilizan figuras de conejos, cestas llenas de huevos pintados de vivos colores y bollos marcados con una cruz de azúcar. Debe ser la Pascua Florida, ¿verdad?

La primavera era una época sagrada para los adoradores del sexo fenicios. Los símbolos de su diosa de la fertilidad —Astarté, o Istar (Afrodita para los griegos)— eran el huevo y la liebre. Se caracterizaba por una insaciable sed de sangre y por mantener relaciones sexuales inmorales. En unas estatuas se la representa con los órganos sexuales toscamente exagerados, y en otras, con un huevo en la mano y un conejo a su lado. La prostitución sagrada formaba parte de su culto. En Canaán se daba a esta diosa del sexo el título de esposa de Baal. Sus adoradores la veneraban con orgías sexuales y borracheras, pues creían que mediante las relaciones sexuales contribuían a que Baal despertara por completo y tuviera coito con su esposa. Según el libro Recent Discoveries in Bible Lands (Descubrimientos recientes en las tierras bíblicas), “en ningún país se han encontrado tantas figurillas de la diosa de la fertilidad desnuda, algunas de ellas muy obscenas”.

En Cartago se descubrieron, debajo de monumentos erigidos en honor de esta diosa, urnas de brillantes colores que contenían los huesos carbonizados de niños pequeños. Los padres de las víctimas, por lo general personas de alto rango y con título, pretendían que los dioses bendijeran sus riquezas e influencia. Algunas urnas contenían los restos de varios niños de diferentes edades, quizás de la misma familia.

Si echa una mirada al recuadro de arriba, verá que hay poca diferencia entre estos ritos antiguos y sus versiones modernas. Hasta la palabra inglesa Easter (Pascua Florida) apenas se diferencia del nombre pagano antiguo. Pues bien, ¿es esta la manera de honrar al santo Hijo de Dios?





El Halloween: una noche de terror en tiempos antiguos

Es la última noche de octubre. A la luz de la Luna, un grupo de figuras disfrazadas van de casa en casa haciendo peticiones y lanzando horribles amenazas al mismo tiempo. Protegen el umbral de algunas casas linternas hechas de calabazas recortadas con la forma de una cara siniestra y una vela encendida, hecha de grasa humana, en su interior. De otras puertas gotea sangre humana. Es la noche de Samhain, el señor céltico de los muertos.

Puede que no haya otra celebración “cristianizada” con la que Satanás se honre a sí mismo y rememore de manera tan descarada a sus seguidores humanos muertos. El escritor J. Garnier comenta que las celebraciones relacionadas con los sufrimientos y la muerte pueden rastrearse hasta la antigua destrucción en el Diluvio de todos sus seguidores humanos, así como de los hijos híbridos de los ángeles caídos. Las diversas culturas del mundo tienen festividades dedicadas a los muertos, y “todas las celebran en la misma fecha en que, según el relato de Moisés, tuvo lugar el Diluvio, a saber, el día diecisiete del segundo mes, el mes que prácticamente corresponde con nuestro noviembre, o una fecha próxima”. (The Worship of the Dead [La adoración de los muertos], de J. Garnier.)

Los druidas no fueron una excepción. Se decía que el 31 de octubre Samhain liberaba a los espíritus de los muertos para que se mezclaran con los vivos. Estos druidas vagaban por las calles con linternas, y al llegar a una casa, pedían dinero como ofrenda para Satanás.




El Halloween es un día importante de ritos satánicos. “Se trata de una fiesta religiosa dedicada al mundo de los muertos en la que los satanistas hacen sacrificios, y que las brujas celebran en silencio con comidas o corros para rezar en favor de los muertos”, comentaba un artículo del periódico USA Today. En él se citaban también las siguientes palabras de Bryan Jordan, brujo de Washington: “[Los cristianos] no se dan cuenta, pero están celebrando con nosotros nuestra fiesta. [...] Y nos complace”.

Padres, ¿desean que sus hijos imiten estos ritos siniestros?



Los símbolos navideños

  El árbol de Navidad “tiene muy poco que ver con la celebración cristiana y mucho que ver con la pertinaz supervivencia milenaria de los ritos paganos de la luz invernal y el renacimiento”. (The Boston Herald.) “Los árboles con chucherías colgadas de sus ramas han formado parte de las fiestas paganas por siglos.” (Church Christmas Tab.)

  Los celtas empleaban el acebo “para asegurar la buena conducta de los duendes domésticos en la época del solsticio de invierno. [...] Podía alejar el mal, ayudar en la adivinación de los sueños y defender la casa de los rayos”. (Beautiful British Columbia.)

  El muérdago “lo usaban los druidas en Inglaterra durante sus extraños ritos religiosos relacionados con poderes demoníacos y ocultos”. (Church Christmas Tab.)

  El 25 de diciembre era el día en que “los practicantes del mitraísmo celebraban el nacimiento de Mitra. [...] No hay absolutamente ningún fundamento bíblico para considerar que el 25 de diciembre sea el día de la Natividad”.—Isaac Asimov.

  La costumbre de hacer regalos era característica de las saturnales. “En estas fiestas se esperaba que uno hiciera regalos a todos sus amigos.” (Ancient Italy and Modern Religion [La Italia antigua y la religión moderna].)

  La estrella “encima del árbol se adoraba en Oriente como símbolo de pureza, bondad y paz cinco mil años antes del nacimiento de Cristo”. (United Church Herald.)

  Las velas “no proceden [...] del santuario cristiano. Las tomamos de un altar mucho más antiguo: el [tronco] de roble de los druidas”. (United Church Herald.)

  La figura de Santa Claus se robó “de la antigua mitología germánica: ‘Thor era un hombre mayor, jovial y amigable, de complexión fuerte y con una larga barba blanca. Conducía un carro y se decía que vivía en la Tierra del Norte [...]. Su elemento característico era el fuego, y su color, el rojo. El hogar de las casas estaba consagrado a él, y se decía que descendía hasta dicho sitio por la chimenea’”. (United Church Herald.)



Los ritos de la primavera

  Los orígenes de la Pascua Florida (en inglés, Easter) se remontan a “la fiesta primaveral en honor de la diosa teutónica de la luz y la primavera, conocida en anglosajón como Eastre”. (The Westminster Dictionary of the Bible.) “En el Nuevo Testamento no hay ninguna indicación de que se celebrara la fiesta de la Pascua Florida.” (Encyclopædia Britannica.)

  El conejo “era el acompañante de la diosa germánica Ostara”. (Funk & Wagnalls Standard Dictionary of Folklore, Mythology and Legend [Diccionario general Funk & Wagnalls de folclor, mitología y leyenda].)

  Huevos: “Tanto en el antiguo Egipto como en Persia, Grecia y Roma, se solían pintar huevos y comerlos en las fiestas en honor de la primavera”. (Celebrations.)

  El sombrero de Pascua originalmente “era una guirnalda de flores u hojas. El círculo, o corona, representaba la redondez del Sol y su trayectoria celeste, que ocasionaba el retorno de la primavera”. La costumbre de estrenar ropa nueva para la Pascua surgió porque “se consideraba descortés, y por lo tanto de mala suerte, recibir a la diosa escandinava de la primavera —llamada Eastre— sin ponerse ropa nueva, ya que la diosa cubría la tierra con un nuevo atavío”. (The Giant Book of Superstitions [El gran libro de las supersticiones].)

  Bollos marcados con una cruz de azúcar: “Al igual que los griegos, los romanos comían pan marcado con una cruz [...] en los sacrificios públicos”. Los sajones paganos los comían en honor de Eastre. (Encyclopædia Britannica.)

  Los servicios religiosos celebrados al alba son comparables a los que “se celebraban en el equinoccio primaveral a fin de dar la bienvenida al Sol y a su gran poder de dar nueva vida a todo lo que germina”. (Celebrations.)

Astarté en la antigüedad y en la actualidad 

Adoración a Astarté en la actualidad.



Las horribles raíces del Halloween

  Máscaras y disfraces: “Los celtas sacaban comida, bebida y otros regalos para los espíritus, y luego se ponían máscaras y disfraces, y desfilaban hasta los límites de la aldea para obligarlos a marcharse con engaño”.

  Las hogueras (en inglés: bonfires) eran “literalmente ‘fuegos de huesos [bonefires]’” en donde “los sacerdotes trataban de apaciguar al dios-sol mediante sacrificios de animales y, con frecuencia, también de personas”. (The Tampa Tribune.) “Los druidas observaban cómo morían las víctimas sacrificadas y lo interpretaban como agüeros del futuro.” (Beaumont Enterprise.)

  Trick or treat (“jugarreta o golosina”, frase con la que esa noche los niños amenazan a sus vecinos para que les den golosinas): “Los gritos de los druidas eran comparables a la amenaza moderna ‘trick or treat’”. (Central Coast Parent.)

  Historias de miedo: “Los sangrientos ritos druidas perduran en la atracción que sienten los jóvenes por los fantasmas y los espíritus. [...] Las fiestas del Halloween y la narración de historias de miedo también tienen su origen en los tiempos de los druidas, cuando se creía que los espíritus deambulaban por la tierra”. (The Tampa Tribune.)

  A pesar de los orígenes paganos de estas fiestas, habrá a quienes les disguste la idea de negar a los niños la diversión de las celebraciones modernas. Al fin y al cabo —piensan—, por informados que estén los niños, ¿qué saben ellos de los antiguos Saturno, Astarté y Samhain? Algunos saben bastante, y también saben que no quieren tener nada que ver con ellos.


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