Definición: Días en que la gente generalmente tiene tiempo libre del trabajo seglar
y de la escuela para conmemorar cierto acontecimiento. Tales días pueden ser
también ocasiones para fiestas de familia o de la comunidad. Los participantes
quizás los consideren religiosos, o en gran parte acontecimientos sociales o
seglares.
¿Es la Navidad una celebración basada en la Biblia?
La fecha de la celebración
La Cyclopædia de M’Clintock
y Strong dice: “La observancia de la Navidad no proviene de designación divina,
y el N[uevo] T[estamento] no le dio origen. De hecho, ni del N[uevo]
T[estamento] ni de ninguna otra fuente puede determinarse el día del nacimiento
de Cristo” (Nueva York, 1871, tomo II, pág. 276).
Lucas 2:8-11 muestra que había
pastores en los campos de noche cuando nació Jesús. El libro Daily
Life in the Time of Jesus (La vida diaria en los días de Jesús) declara:
“Los rebaños [...] pasaban el invierno bajo cubierta; y de esto en sí
mismo se puede ver que no es probable que la fecha tradicional para la Navidad,
en el invierno, sea correcta, dado que el Evangelio dice que los pastores
estaban en los campos” (Nueva York, 1962, Henri Daniel-Rops,
pág. 228).
The Encyclopedia Americana
nos informa: “La razón para establecer el 25 de diciembre como la Navidad
no está muy clara, pero por lo general se sostiene que se escogió el día porque
correspondía con las fiestas paganas que se celebraban alrededor del tiempo del
solsticio de invierno, cuando los días empiezan a alargarse, para celebrar el
‘renacimiento del Sol’. [...] Las saturnales romanas (una fiesta dedicada
a Saturno, el dios de la agricultura, y al poder renovado del Sol), también
tenían lugar en este tiempo, y se cree que algunas costumbres navideñas tengan
sus raíces en esta antigua celebración pagana” (1977, tomo 6,
pág. 666).
La New Catholic Encyclopedia
reconoce esto: “No se conoce la fecha del nacimiento de Cristo. Los Evangelios
no indican ni el día ni el mes. [...] De acuerdo con la hipótesis que
sugiere H. Usener [...] y que la mayoría de los escriturarios de hoy
aceptan, se asignó al nacimiento de Cristo la fecha del solsticio de invierno
(el 25 de diciembre en el calendario juliano, 6 de enero en el egipcio),
porque en este día, a medida que el Sol empezaba a regresar a los cielos
norteños, los devotos paganos de Mitra celebraban el dies natalis Solis
Invicti (natalicio del Sol Invicto). El 25 de diciembre de 274
Aurelio había proclamado al dios solar el patrón principal del imperio, y le
había dedicado un templo en el Campo de Marte. La Navidad se originó en un
tiempo en que el culto del Sol era especialmente dominante en Roma” (1967,
tomo III, pág. 656).
Los magos dirigidos por una estrella
Aquellos magos eran en realidad
astrólogos del oriente (Mat. 2:1, 2, NM; BD). Aunque la
astrología es popular entre muchas personas hoy, la Biblia desaprueba
enérgicamente esta práctica. ¿Habría conducido Dios hacia el recién nacido
Jesús a personas cuyas prácticas condenaba?
Mateo 2:1-16 muestra que la
estrella condujo a los astrólogos primero hacia el rey Herodes y luego hacia
Jesús, y que Herodes entonces procuró que se diera muerte a Jesús. No se
menciona que nadie además de los astrólogos haya visto la “estrella”. Después
que ellos partieron, el ángel de IEVE advirtió a José que huyera a Egipto para
proteger al niño. ¿Fue aquella “estrella” una señal procedente de Dios, o
provino de alguien que procuraba la aniquilación del Hijo de Dios?
Note que el registro bíblico no
dice que ellos hallaron al infante Jesús en un pesebre, como por costumbre se
pinta en el arte navideño. Cuando los astrólogos llegaron, Jesús vivía en una
casa con sus padres. En cuanto a la edad de Jesús entonces, recuerde que
Herodes, basándose en lo que había llegado a saber mediante los astrólogos,
decretó que se aniquilara a todos los niños varones del distrito de Belén que
tuvieran dos años de edad o menos. (Mat. 2:1, 11, 16.)
El dar regalos como parte de la celebración; los cuentos acerca de San
Nicolás, Papá Noel, etc.
La práctica de dar regalos de
Navidad no está basada en lo que hicieron los magos. Como se muestra arriba,
ellos no llegaron cuando Jesús nació. Además, no se dieron regalos unos a
otros, sino que los dieron al niño Jesús, en armonía con lo que se acostumbraba
en aquel entonces al visitar a personas notables.
The Encyclopedia Americana
declara: “Durante las saturnales [...] predominaba el banquetear, y se
intercambiaban regalos” (1977, tomo 24, pág. 299). En muchos casos,
esto representa el espíritu del dar navideño... el intercambio de
regalos. El espíritu que se refleja en dicha costumbre de dar regalos no trae
verdadera felicidad, porque viola principios cristianos, como los que se
encuentran en Mateo 6:3, 4 y 2 Corintios 9:7. Ciertamente el cristiano
puede dar regalos a otras personas en otras ocasiones durante el año para
expresar su amor, y puede hacerlo cuantas veces quiera.
Según el lugar donde los niños
vivan, se les dice que reciben los regalos de Santa Claus, San Nicolás, Papá
Noel, Père Noël, Knecht Ruprecht, los reyes magos, el duende Jultomten (o
Julenissen), o una bruja llamada la Befana (The World Book Encyclopedia, 1984,
tomo 3, pág. 414). Por supuesto, ninguno de esos cuentos es realmente
verídico. ¿Cultiva en los niños un respeto por la verdad el relatarles tales
cuentos, y honra dicha práctica a Jesucristo, quien enseñó que a Dios hay que
adorarlo con verdad? (Juan 4:23, 24.)
¿Hay alguna objeción a participar en celebraciones que quizás tengan
raíces no cristianas, con tal que no se haga por motivos religiosos?
Efe. 5:10, 11: “Sigan asegurándose de lo que
es acepto al Señor; y cesen de participar con ellos en las obras infructíferas
que pertenecen a la oscuridad, sino, más bien, aun censúrenlas.”
2 Cor. 6:14-18: “¿Qué consorcio tienen la
justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad?
Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial? ¿O qué porción tiene una persona
creyente con un incrédulo? ¿Y qué acuerdo tiene el templo de Dios con los
ídolos? [...] ‘“Por lo tanto sálganse de entre ellos, y sepárense”, dice IEVE,
“y dejen de tocar la cosa inmunda”’; ‘“y yo los recibiré, [...] y ustedes
me serán hijos e hijas”, dice IEVE el Todopoderoso.’” (El amor genuino a IEVE y
un fuerte deseo de agradarle ayudarán a uno a librarse de prácticas no
cristianas que quizás hayan tenido atractivo emocional para uno. La persona que
realmente conoce a IEVE y lo ama no opina que al evitar prácticas que honran a
dioses falsos o que promueven la falsedad queda de algún modo privada de
felicidad. El amor genuino hace que se regocije, no por la injusticia, sino con
la verdad. Véase 1 Corintios 13:6.)
Compárese con Éxodo 32:4-10. Note que los
israelitas adoptaron una práctica religiosa egipcia, pero le dieron un nuevo
nombre, “fiesta a IEVE”. Pero IEVE los castigó severamente por haber hecho
esto. Hoy vemos solo prácticas del siglo XX y XXI relacionadas con los
días de fiesta. Algunas quizás parezcan inofensivas. Pero IEVE observó
directamente las prácticas religiosas paganas de las cuales se originaron. ¿No
debería ser el punto de vista de él lo que nos importara?
Ilustración: Suponga que una multitud de personas fueran al
hogar de cierto caballero y le dijeran que estaban allí para celebrar el
cumpleaños de él. Él no está a favor de la celebración de los cumpleaños. No le
agrada ver a las personas excederse en el comer ni emborracharse ni participar
en conducta relajada. Pero algunas de ellas hacen todo eso, ¡y traen regalos
para todos los presentes menos para él! Por si fuera poco, la fecha que escogen
para la celebración es la del cumpleaños de uno de los enemigos del hombre.
¿Cómo se sentiría el hombre? ¿Querría usted ser partícipe de esto? Eso es
exactamente lo que se está haciendo en las celebraciones navideñas.
¿Qué origen tienen la Pascua Florida y las costumbres relacionadas con
esta?
The Encyclopædia Britannica comenta: “No hay en el Nuevo Testamento, ni en los
escritos de los Padres apostólicos, indicación alguna de que se celebrara la
fiesta de la Pascua Florida. La santidad de tiempos especiales no era idea que
existiera en la mente de los primeros cristianos” (1910, tomo VIII,
pág. 828).
The Catholic Encyclopedia nos dice: “Muchísimas costumbres paganas, que
celebraban el retorno de la primavera, fueron moviéndose inexorablemente hacia
la Pascua Florida. El huevo es el emblema de la vida que germina en la
primavera temprana. [...] El conejo es un símbolo pagano y siempre ha sido
emblema de fecundidad” (1913, tomo V, pág. 227).
El libro The Two Babylons (Las dos
Babilonias), de Alexander Hislop, declara: “¿Qué significa en sí el término Easter
[nombre que se da en inglés a la Pascua Florida]? No es un nombre cristiano. Lleva
en su mismísima frente su origen caldeo. Easter no es otra cosa que
Astarté, uno de los títulos de Beltis, la reina del cielo, cuyo
nombre, [...] tal como lo encontró Layard en los monumentos asirios, es
Istar. [...] Esta es la historia de Easter. Las observancias
populares que aún acompañan el período de su celebración confirman ampliamente
el testimonio de la historia respecto a su carácter babilónico. Los panecillos
calientes que llevan una cruz encima y caracterizan el Viernes Santo, y los
huevos pintados del Domingo de Pascua, figuraban en los ritos caldeos al igual
que figuran en los de ahora” (Nueva York, 1943, págs. 103, 107, 108;
compárese con Jeremías 7:18).
¿Son objetables para los cristianos las celebraciones de Año Nuevo?
De acuerdo con The World Book Encyclopedia:
“El gobernante romano Julio César estableció el 1 de enero como el Día de
Año Nuevo en 46 a. de J.C. Los romanos dedicaron este día a Jano, el
dios de las entradas, las puertas y los comienzos. El mes de enero recibió
nombre en honor de Jano, que tenía dos caras... una que miraba hacia adelante y
la otra que miraba hacia atrás” (1984, tomo 14, pág. 237).
Tanto la fecha como las costumbres relacionadas con
las celebraciones de Año Nuevo varían de un país a otro. En muchos lugares, la
jarana y las bebidas forman parte de las fiestas. No obstante, Romanos 13:13
aconseja: “Como de día andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y
borracheras, no en coito ilícito y conducta relajada, no en contienda y celos”.
(Véanse también 1 Pedro 4:3, 4 y Gálatas 5:19-21.)
¿Qué sirve de base a los días de fiesta en memoria de los “espíritus de
los difuntos”?
La edición de 1910 de The Encyclopædia
Britannica declara: “El Día de los Difuntos [...] el día designado en
la Iglesia Católica Romana para la conmemoración de los difuntos fieles. La
celebración se basa en la doctrina de que las almas de los fieles que al tiempo
de morir no han sido limpiadas de pecados veniales, o que no han hecho
expiación por transgresiones del pasado, no pueden alcanzar la Visión
Beatífica, y que se les puede ayudar a alcanzarla por rezos y por el sacrificio
de la misa. [...] Ciertas creencias populares relacionadas con el Día de
los Difuntos son de origen pagano y de antigüedad inmemorial. Así sucede que
los campesinos de muchos países católicos creen que en la noche de los Difuntos
los muertos vuelven a las casas donde antes habían vivido y participan de la
comida de los vivientes” (tomo I, pág. 709).
The Encyclopedia Americana dice: “Elementos de las costumbres relacionadas
con la víspera del Día de Todos los Santos se remontan a una ceremonia druídica
de tiempos precristianos. Los celtas tenían fiestas para dos dioses
principales... un dios solar y un dios de los muertos (llamado Samhain), la
fiesta del cual se celebraba el 1 de noviembre, el comienzo del año nuevo
celta. La fiesta de los difuntos fue gradualmente incorporada en el ritual
cristiano” (1977, tomo 13, pág. 725).
El libro The Worship of the Dead (La
adoración de los difuntos) señala a este origen al decir: “Las mitologías de
todas las naciones antiguas están entretejidas con los sucesos del
Diluvio [...] El vigor de este argumento está ilustrado por el hecho de
que una gran fiesta de los muertos en conmemoración de ese acontecimiento se
observa, no solo en naciones que más o menos se encuentran en comunicación
entre sí, sino también en otras extensamente distanciadas, tanto por el océano
como por siglos de tiempo. Además, todos celebran esta fiesta más o menos el
mismísimo día en que, de acuerdo con el relato mosaico, tuvo lugar el Diluvio,
a saber, el decimoséptimo día del segundo mes... el mes que casi
corresponde con nuestro noviembre” (Londres, 1904, Colonel
J. Garnier, pág. 4). Así que estas celebraciones en realidad
comenzaron como una fiesta para honrar a personas que, debido a su maldad,
habían sido destruidas por Dios en los días de Noé. (Gén. 6:5-7; 7:11.)
Esos días de fiesta que honran a los “espíritus de
los difuntos” como si estos estuvieran vivos en otro lugar van contra la
descripción bíblica de la muerte como un estado de completa inconsciencia.
(Ecl. 9:5, 10; Sal. 146:4.)
Respecto al origen de la creencia sobre la
inmortalidad del alma humana, lo veremos en posteriores post.
¿Cuál es el origen del Día de San Valentín?
The World Book Encyclopedia nos informa: “El Día de San Valentín cae en el día
festivo de dos diferentes mártires cristianos llamados Valentín. Pero las
costumbres relacionadas con ese día [...] probablemente vienen de una
fiesta romana antigua llamada Lupercalia, que tenía lugar cada
15 de febrero. Esta fiesta honraba a Juno, la diosa romana de las mujeres
y del matrimonio, y a Pan, el dios de la naturaleza” (1973, tomo 20,
pág. 204).
¿Cuál es el origen de la práctica de dedicar un día para honrar a las
madres?
La Encyclopædia Britannica dice: “Una fiesta
derivada de la costumbre de adorar a la madre en la antigua Grecia. La
adoración formal a la madre, con ceremonias a Cibeles, o Rea, la Gran Madre de
los Dioses, se ejecutaba en los idus de marzo por toda Asia Menor” (1959,
tomo 15, pág. 849).
¿Qué principios bíblicos explican el punto de vista de los cristianos
respecto a ceremonias que conmemoran acontecimientos de la historia política de
una nación?
Juan 18:36: “Jesús contestó [al gobernador romano]:
‘Mi reino no es parte de este mundo.’”
Juan 15:19: “Si ustedes [los seguidores de Jesús]
fueran parte del mundo, el mundo le tendría afecto a lo que es suyo. Ahora
bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del
mundo, a causa de esto el mundo los odia.”
1 Juan 5:19: “El mundo entero está yaciendo en el
poder del inicuo.” (Compárese con Juan 14:30; Revelación 13:1, 2; Daniel 2:44.)
Otros días de fiestas locales y nacionales
Hay muchos. No se pueden considerar todos aquí.
Pero la información histórica que se ha provisto aquí indica lo que hay que
examinar con relación a cualquier día de fiesta, y los principios bíblicos que
ya se han considerado proporcionan amplia guía para las personas cuyo deseo
principal es hacer lo que agrada a IEVE Dios.
Qué hay
detrás de la Navidad, la Pascua Florida y el Halloween
LA BIBLIA indica que Jesús tenía 33 años y
medio cuando lo fijaron en un madero a principios de la primavera del año
33 E.C., en la época de la Pascua judía. Si contamos hacia atrás, llegamos
a la conclusión de que Jesús nació a principios del otoño.
La fiesta pagana de las saturnales romanas, con las
que se conmemoraba el cumpleaños del Sol invicto, se celebraba unos tres meses
después. ¿Cómo fue que se pospuso al 25 de diciembre la conmemoración del
nacimiento de Jesús para que coincidiera blasfemamente con la celebración
pagana del cumpleaños del Sol?
Como los días de diciembre son cada vez más cortos,
inspiraban un miedo supersticioso en los adoradores del Sol, que temían que su
dios se estuviese muriendo. Quemaban velas y encendían hogueras para ayudar a
revivir a la deidad enferma. Y creían conseguirlo, pues tras el solsticio de
invierno, el 21 de diciembre, el dios-sol parecía recuperar su fuerza y los
días se hacían más largos.
“El mes de diciembre era el más importante para las
celebraciones paganas, y el 25 de diciembre constituía el punto culminante de
los jolgorios invernales —explica el tabloide Church Christmas Tab—. Hay
quienes creen que el obispo de Roma escogió el 25 de diciembre como la fecha
del nacimiento de Cristo para ‘santificar’ las festividades paganas. El
resultado fue una extraña mezcla de fiestas paganas y cristianas que el mundo
ahora denomina Navidad.” El mismo artículo admite: “La palabra ‘Navidad’
no aparece en la Biblia. Las Escrituras no conservan mandato alguno
de que deba celebrarse el nacimiento de Jesús”.
No sorprende que el teólogo Tertuliano se quejara:
“Nosotros, que desconocemos los sábados, los novilunios y las fiestas, en otro
tiempo aceptables a Dios, ahora frecuentamos las saturnales [y otras fiestas
paganas], llevamos regalos de un lado a otro [...] y participamos en
deportes y banquetes con alboroto”.
El papa Gregorio I siguió esta misma tendencia
profana. Según la revista Natural History, “en vez de tratar de eliminar
las costumbres y creencias del pueblo, sus instrucciones fueron: utilizadlas.
Si cierta comunidad adora un árbol, consagradlo a Cristo en vez de cortarlo y
dejad que sigan adorándolo”.
La verdad y la falsedad no se mezclan
¿Contaba con la aprobación divina esta actitud
transigente? Fíjese en la advertencia que Dios dio a su pueblo cuando estaba a
punto de entrar en la pagana tierra de Canaán: “Cuídate [...] por temor de
que inquieras respecto a sus dioses, diciendo: ‘¿Cómo acostumbraban estas
naciones servir a sus dioses? Y yo, sí, yo, ciertamente haré de la misma
manera’. No debes hacerle de esa manera a IEVE tu Dios, porque toda cosa
detestable a IEVE, que él de veras odia, la han hecho ellas a sus dioses”.
(Deuteronomio 12:30, 31.) En las Escrituras Griegas Cristianas se repite
la misma advertencia: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con
los incrédulos. Porque, ¿qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O
qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre
Cristo y Belial [nota al pie de la página: Satanás]? ¿O qué porción tiene una
persona fiel con un incrédulo?”. (2 Corintios 6:14, 15.)
¿Qué le resulta a Dios tan ofensivo de estos dioses
falsos y la adoración que se les tributa? Saturno era el dios-sol romano, al
que se honraba con las saturnales. ¿Merecía tal honra? Simon Schama, profesor
de Historia de la Universidad de Harvard, dice que era “símbolo de la
inmoderación en el comer y el beber y de todo otro exceso orgiástico”. La
revista Lear’s define esta fiesta como “la orgía de vino más famosa del
mundo antiguo”.
El culto al dios-sol Mitra se extendió por toda
Asia. Según el antropólogo Gabriel Seabrook, Mitra era “un dios guerrero que
lanzaba flechas asesinas y enfermedades incurables contra sus enemigos en el
campo de batalla”.
La adoración al Sol que rendían los aztecas era
sumamente sangrienta. La revista Natural History explica que “a menos
que se sacrificaran víctimas a los dioses solares, toda vida —incluida la de
los dioses— moriría”.
Tras repasar los orígenes de esta celebración quizás
no le sorprenda que las brujas y los satanistas todavía veneren el 25 de
diciembre. El periódico San Francisco Chronicle del 21 de diciembre de
1991 cita las siguientes palabras de una bruja que es además una popular
escritora pagana: “Es una de nuestras fiestas más agotadoras. Estamos en pie
toda la noche”. Otra mujer, perteneciente al grupo “Pacto de la Diosa”, dijo:
“Escenificamos nuestro ritual [...]. Miembros de nuestro clero realizan
una interpretación dramática del nacimiento del niño solar”.
¿Aceptarán Dios o su Hijo ese tipo de honra, en la
que se refleja la adoración de dioses falsos?
La Pascua Florida: ¿Easter (en inglés) o Astarté?
Los festejos de esta celebración familiar comienzan
de madrugada, cuando la familia se levanta para recibir con temor reverencial
al Sol saliente. Los niños estrenan sus mejores galas y se ponen sombreros
nuevos. También se utilizan figuras de conejos, cestas llenas de huevos
pintados de vivos colores y bollos marcados con una cruz de azúcar. Debe ser la
Pascua Florida, ¿verdad?
La primavera era una época sagrada para los
adoradores del sexo fenicios. Los símbolos de su diosa de la fertilidad
—Astarté, o Istar (Afrodita para los griegos)— eran el huevo y la liebre. Se
caracterizaba por una insaciable sed de sangre y por mantener relaciones
sexuales inmorales. En unas estatuas se la representa con los órganos sexuales
toscamente exagerados, y en otras, con un huevo en la mano y un conejo a su
lado. La prostitución sagrada formaba parte de su culto. En Canaán se daba a
esta diosa del sexo el título de esposa de Baal. Sus adoradores la veneraban
con orgías sexuales y borracheras, pues creían que mediante las relaciones
sexuales contribuían a que Baal despertara por completo y tuviera coito con su
esposa. Según el libro Recent Discoveries in Bible Lands
(Descubrimientos recientes en las tierras bíblicas), “en ningún país se han encontrado
tantas figurillas de la diosa de la fertilidad desnuda, algunas de ellas muy
obscenas”.
En Cartago se descubrieron, debajo de monumentos
erigidos en honor de esta diosa, urnas de brillantes colores que contenían los
huesos carbonizados de niños pequeños. Los padres de las víctimas, por lo
general personas de alto rango y con título, pretendían que los dioses
bendijeran sus riquezas e influencia. Algunas urnas contenían los restos de
varios niños de diferentes edades, quizás de la misma familia.
Si echa una mirada al recuadro de arriba, verá que
hay poca diferencia entre estos ritos antiguos y sus versiones modernas. Hasta
la palabra inglesa Easter (Pascua Florida) apenas se diferencia del
nombre pagano antiguo. Pues bien, ¿es esta la manera de honrar al santo Hijo de
Dios?
El Halloween: una noche de terror en
tiempos antiguos
Es la última noche de octubre. A la luz de la Luna,
un grupo de figuras disfrazadas van de casa en casa haciendo peticiones y
lanzando horribles amenazas al mismo tiempo. Protegen el umbral de algunas casas
linternas hechas de calabazas recortadas con la forma de una cara siniestra y
una vela encendida, hecha de grasa humana, en su interior. De otras puertas
gotea sangre humana. Es la noche de Samhain, el señor céltico de los muertos.
Puede que no haya otra celebración
“cristianizada” con la que Satanás se honre a sí mismo y rememore de manera tan
descarada a sus seguidores humanos muertos. El escritor J. Garnier comenta
que las celebraciones relacionadas con los sufrimientos y la muerte pueden rastrearse
hasta la antigua destrucción en el Diluvio de todos sus seguidores humanos, así
como de los hijos híbridos de los ángeles caídos. Las diversas culturas del
mundo tienen festividades dedicadas a los muertos, y “todas las celebran en la
misma fecha en que, según el relato de Moisés, tuvo lugar el Diluvio, a saber, el
día diecisiete del segundo mes, el mes que prácticamente corresponde con
nuestro noviembre, o una fecha próxima”. (The Worship of the Dead [La
adoración de los muertos], de J. Garnier.)
Los druidas no fueron una excepción. Se decía
que el 31 de octubre Samhain liberaba a los espíritus de los muertos para que
se mezclaran con los vivos. Estos druidas vagaban por las calles con linternas,
y al llegar a una casa, pedían dinero como ofrenda para Satanás.
El Halloween
es un día importante de ritos satánicos. “Se trata de una fiesta religiosa dedicada al mundo
de los muertos en la que los satanistas hacen sacrificios, y que las brujas
celebran en silencio con comidas o corros para rezar en favor de los muertos”,
comentaba un artículo del periódico USA Today. En él se citaban también
las siguientes palabras de Bryan Jordan, brujo de Washington: “[Los cristianos]
no se dan cuenta, pero están celebrando con nosotros nuestra
fiesta. [...] Y nos complace”.
Padres, ¿desean que sus hijos imiten estos ritos
siniestros?
Los símbolos navideños
El árbol
de Navidad “tiene muy poco que ver con la celebración cristiana y mucho que
ver con la pertinaz supervivencia milenaria de los ritos paganos de la luz
invernal y el renacimiento”. (The Boston Herald.) “Los árboles con
chucherías colgadas de sus ramas han formado parte de las fiestas paganas por
siglos.” (Church Christmas Tab.)
Los celtas
empleaban el acebo “para asegurar la buena conducta de los duendes domésticos
en la época del solsticio de invierno. [...] Podía alejar el mal, ayudar
en la adivinación de los sueños y defender la casa de los rayos”. (Beautiful
British Columbia.)
El muérdago
“lo usaban los druidas en Inglaterra durante sus extraños ritos religiosos
relacionados con poderes demoníacos y ocultos”. (Church Christmas Tab.)
El 25 de
diciembre era el día en que “los practicantes del mitraísmo celebraban el
nacimiento de Mitra. [...] No hay absolutamente ningún fundamento
bíblico para considerar que el 25 de diciembre sea el día de la Natividad”.—Isaac
Asimov.
La
costumbre de hacer regalos era característica de las saturnales. “En
estas fiestas se esperaba que uno hiciera regalos a todos sus amigos.” (Ancient
Italy and Modern Religion [La Italia antigua y la religión moderna].)
La estrella
“encima del árbol se adoraba en Oriente como símbolo de pureza, bondad y paz
cinco mil años antes del nacimiento de Cristo”. (United Church Herald.)
Las velas
“no proceden [...] del santuario cristiano. Las tomamos de un altar mucho
más antiguo: el [tronco] de roble de los druidas”. (United Church Herald.)
La figura
de Santa Claus se robó “de la antigua mitología germánica: ‘Thor era un
hombre mayor, jovial y amigable, de complexión fuerte y con una larga barba
blanca. Conducía un carro y se decía que vivía en la Tierra del
Norte [...]. Su elemento característico era el fuego, y su color, el rojo.
El hogar de las casas estaba consagrado a él, y se decía que descendía hasta
dicho sitio por la chimenea’”. (United Church Herald.)
Los ritos de la primavera
Los
orígenes de la Pascua Florida (en inglés, Easter) se remontan a “la
fiesta primaveral en honor de la diosa teutónica de la luz y la primavera,
conocida en anglosajón como Eastre”. (The Westminster Dictionary of the
Bible.) “En el Nuevo Testamento no hay ninguna indicación de que se
celebrara la fiesta de la Pascua Florida.” (Encyclopædia Britannica.)
El conejo
“era el acompañante de la diosa germánica Ostara”. (Funk & Wagnalls
Standard Dictionary of Folklore, Mythology and Legend [Diccionario general
Funk & Wagnalls de folclor, mitología y leyenda].)
Huevos: “Tanto en el antiguo Egipto como en Persia, Grecia
y Roma, se solían pintar huevos y comerlos en las fiestas en honor de la
primavera”. (Celebrations.)
El sombrero
de Pascua originalmente “era una guirnalda de flores u hojas. El círculo, o
corona, representaba la redondez del Sol y su trayectoria celeste, que
ocasionaba el retorno de la primavera”. La costumbre de estrenar ropa nueva
para la Pascua surgió porque “se consideraba descortés, y por lo tanto de
mala suerte, recibir a la diosa escandinava de la primavera —llamada Eastre—
sin ponerse ropa nueva, ya que la diosa cubría la tierra con un nuevo atavío”.
(The Giant Book of Superstitions [El gran libro de las supersticiones].)
Bollos
marcados con una cruz de azúcar: “Al igual que los griegos, los romanos
comían pan marcado con una cruz [...] en los sacrificios públicos”. Los
sajones paganos los comían en honor de Eastre. (Encyclopædia Britannica.)
Los
servicios religiosos celebrados al alba son comparables a los que “se
celebraban en el equinoccio primaveral a fin de dar la bienvenida al Sol y a su
gran poder de dar nueva vida a todo lo que germina”. (Celebrations.)
Adoración a Astarté en la actualidad.
Las horribles raíces del Halloween
Máscaras
y disfraces: “Los celtas sacaban comida, bebida y otros regalos para los
espíritus, y luego se ponían máscaras y disfraces, y desfilaban hasta los
límites de la aldea para obligarlos a marcharse con engaño”.
Las hogueras
(en inglés: bonfires) eran “literalmente ‘fuegos de huesos [bonefires]’”
en donde “los sacerdotes trataban de apaciguar al dios-sol mediante sacrificios
de animales y, con frecuencia, también de personas”. (The Tampa Tribune.)
“Los druidas observaban cómo morían las víctimas sacrificadas y lo
interpretaban como agüeros del futuro.” (Beaumont Enterprise.)
Trick or
treat (“jugarreta o golosina”, frase con la que esa noche los niños
amenazan a sus vecinos para que les den golosinas): “Los gritos de los druidas
eran comparables a la amenaza moderna ‘trick or treat’”. (Central
Coast Parent.)
Historias
de miedo: “Los sangrientos ritos druidas perduran en la atracción que
sienten los jóvenes por los fantasmas y los espíritus. [...] Las fiestas
del Halloween y la narración de historias de miedo también tienen su
origen en los tiempos de los druidas, cuando se creía que los espíritus
deambulaban por la tierra”. (The Tampa Tribune.)
A pesar de
los orígenes paganos de estas fiestas, habrá a quienes les disguste la idea de
negar a los niños la diversión de las celebraciones modernas. Al fin y al cabo
—piensan—, por informados que estén los niños, ¿qué saben ellos de los antiguos
Saturno, Astarté y Samhain? Algunos saben bastante, y también saben que
no quieren tener nada que ver con ellos.
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