“Si se desea
alcanzar el conocimiento de Dios —escribe el swami Prabhavananda—, es esencial
la dirección de un maestro competente, pues la religión es una ciencia empírica
para la que no bastan como guía ni los libros ni las escrituras.”1
Por esta razón, muchos hindúes acuden a los gurús para que los ayuden a
elaborar un sistema de creencias y adoración.
No cabe duda de que necesitamos guía para
comprender las verdades espirituales. Dado que los gurús no dependen de las
escrituras, ¿qué origen tienen sus enseñanzas y milagros?
El
origen del guruismo
El guruismo se introduce primero en los
Upanishads como un desafío a la autoridad de los Vedas. En vez de los caros
ritos védicos, los Upanishads favorecieron el ‘conocimiento secreto’ como medio
de salvación.2
El rechazo de los Vedas hizo que cobraran
importancia los gurús. Se sostenía que la persona únicamente podría obtener la
liberación si la había iniciado un gurú que le hubiera dado un mantra secreto u
otro medio. La obra The World of Gurus dice: “Al hacerse indispensable,
el gurú se fue convirtiendo en autoridad suprema, aun por encima de las
escrituras. [...] Su autoridad, que se derivaba de la experiencia mística
privada, era incontestable”.3
Como el gurú había ocupado en la práctica el
lugar de las escrituras, no se tardó en identificarlo con Dios. El Yogashikhopanishad
afirma que el gurú también es Dios y añade que esta afirmación es
incontrovertible.4 Se dice que durante su iniciación, mientras se
halla en trance, el gurú recibe experiencias sobrenaturales de su divinidad, y
a partir de ese momento se le considera la encarnación de esa deidad. “El Gurú
es Dios Mismo, que se manifiesta en forma personal para guiar al aspirante”,
explica el swami Sivananda.5
Además de afirmar que son iguales a Dios, los
gurús añaden en los Upanishads: “Se debe adorar con suma devoción al gurú
que imparte sabiduría divina, que es el guía espiritual, que es el Propio Señor
Supremo”.6 Por consiguiente, Hindu World explica: “Se agitan
velas ante ellos, se quema incienso en su presencia, se cantan himnos y la
gente se prosterna. [...] Se le lavan los pies al gurú y el agua del
lavatorio se pasa para que la beban sus seguidores”.7
¿Qué
origen tienen los milagros?
Muchos siguen a los gurús porque les
impresionan sus milagros, que los devotos atribuyen a Dios. Ahora bien, las
escrituras hindúes dejan constancia de que malvados como Ravana poseían poderes
sobrenaturales parecidos. ¿Tienen, por lo tanto, un origen distinto de Dios
tales obras poderosas?
Los gurús adquieren sus poderes sobrenaturales
practicando las artes del yoga. Sin embargo, en los Yoga Sutra,
Patányali, el padre de la filosofía yoga, atribuye estos poderes a “seres
celestiales” que, según el swami Vivekananda, tienen este objetivo principal:
“van hacia el yogui para tentarlo” e impedir así que obtenga la perfecta
libertad.8 Por ello, el swami “previno contra tratar de conseguir
esos poderes mágicos y destacó que era necesario evitarlos por completo”,
comenta la obra Tantrism.9
¿Hasta
qué punto es real la liberación?
Los antiguos hindúes acudieron al yoga
tratando de descubrir la realidad última que no les enseñaron los Vedas.
El Katha Upanishad dice que la verdad no puede conocerse ni con las
escrituras ni por la razón, sino solo mediante las experiencias místicas.
(1:2:23.) Por esta razón, el swami hindú Sivananda dice: “El intelecto es una
traba. La mente te separa de Dios”.10 De este modo, los místicos
practican la meditación yogui para embotar el intelecto y tener trances o
entrar en éxtasis. De quienes llegan a tal estado, se dice que han hallado la
verdad y alcanzado la moksa.
Al vaciar la mente y anular los sentidos, el
yogui puede contemplar y oír cosas extrañas. “Sin embargo, si la meditación
[yogui] se ha combinado, como suele ocurrir, con técnicas como el ayuno, la
ingestión de drogas, el aislamiento extremo y prácticas que rayan en la
tortura, el estado de privación [mental] puede ir acompañado de alucinaciones
quiméricas. También pueden concurrir
sucesos ‘místicos’ del tipo de kundalini”, indica el libro Understanding
Yoga.11 El yogui se persuade de que las extrañas experiencias
que tuvo fuera del estado racional son reales y buenas.
Siguiendo esta senda, algunos yoguis dicen
haber alcanzado la unidad con el mundo espiritual, que según ellos es Dios. En
el libro Mysticism Sacred and Profane, R. C. Zaehner advierte:
“Este vacío es peligroso, pues es una ‘casa barrida y adornada’, y aunque es
posible que Dios entre si el mobiliario es hermoso, es igualmente probable que
los siete diablos proverbiales entren en tropel si [...] no hay
muebles”.12 Por eso, los gurús suelen advertir a los nuevos
discípulos que el yoga puede exponerles a influencias demoníacas. ¿Serían
necesarias tales advertencias si interviniera en estas prácticas el Dios
verdadero?
Muchos gurús promueven sus creencias
personales, alegando que se fundan en escrituras confiables. Por ejemplo, la
Asociación para la Conciencia de Krisna asegura tener ‘las escrituras védicas’
como fundamento de sus creencias. Por otra parte, The World of Gurus
señala: “No se intenta demostrar la autenticidad de las escrituras [...].
Si [los devotos] leyeran las escrituras sabrían que los relatos acerca de
Krisna y Radha no se basan en escrituras que tengan autoridad ni mucho
menos en hechos”.13
En vista de que los gurús se guían por su
propia experiencia y conocimiento, ¿dónde puede buscar usted la verdad que Dios
ha revelado? Obviamente, tiene que consultar las auténticas escrituras
inspiradas por Dios. ¿Dónde puede hallarlas?
[Notas]
Entre estos se
cuentan la clarividencia, las curaciones, la levitación y el andar sobre el
fuego.
Los yoguis dicen
que kundalini es una energía misteriosa que, como una serpiente
enroscada, se halla en la base de la columna vertebral. Cuando esta energía
despierta —mediante el ejercicio físico o sexual—, el yogui tiene sensaciones y
visiones extrañas que interpreta como una “liberación”: la fusión de su ser con
Dios.
Zaehner alude a las
palabras de Jesús que recoge el libro bíblico de Lucas, capítulo 11, versículos
24-26.
Datos
interesantes sobre el yoga
“Lo que pudiera parecer un interés
superficial en el pranayama [ejercicios de respiración] y las asanas [posturas
de yoga], pudiera acabar siendo el primer paso en una senda de ocultismo en la
que acechan peligros potenciales para el incauto. Los ejercicios físicos del
yoga están preparados específicamente para adecuar el cuerpo a los cambios
psicoespirituales que han de producirse. A lo largo de los siglos el primer y
principal uso del yoga ha sido ser la antesala del santuario interior de la
experiencia ocultista.” (Tantrism, Benjamin Walker, 1985,
página 125.)
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