Seguidores

lunes, 12 de septiembre de 2016

1º ¿Cuál es el punto de vista bíblico? ¿Le beneficiaría el yoga?



EL YOGA se ha hecho muy popular entre personas de diversas condiciones sociales. Por ejemplo, una actriz lo empleó durante toda su carrera de casi medio siglo y le dio crédito al yoga por mantenerla en buen estado. Un grupo de monjas católicas romanas en Round Lake, Nueva York, combina la meditación y el yoga con sus oraciones matutinas y vespertinas.
Los practicantes de yoga lo recomiendan firmemente. Quizás digan que los mantiene en buenas condiciones físicas, que cura enfermedades o alivia la hipertensión. “Yo estaba muy enferma, inquieta y solitaria a pesar de tener una familia amorosa y muchos amigos maravillosos,” escribió una mujer. “El estudio y la práctica del yoga me ayudaron a recuperar mi salud física y adquirir paz mental.”
Bueno, ¿le beneficiaría a usted el yoga? Y, ¿dice algo la Biblia que esté relacionado con la práctica del yoga?
Desde el punto de vista de la filosofía religiosa hindú, el yoga es “un sistema de práctica ascética, meditación abstracta, y concentración mental, que se usa como método de alcanzar la unión con el espíritu supremo.” El término también se aplica a un sistema de ejercicios físicos para adquirir bienestar y serenidad. Hay unos diez tipos diferentes de yoga. Entre éstos está el Hata Yoga, muy recomendado por sus beneficios sobre la salud y descrito como “un sistema de entrenamiento mental y físico con posturas prescritas, ejercicios de respiración, meditación y relajación.”
En realidad, el Hata Yoga es un escalón al Raja Yoga, una forma superior. Se ha definido al yoga como “la supresión, a través de la disciplina progresiva (como el raja-yoga), de toda actividad del cuerpo, la mente y la voluntad individual para que el yo pueda darse cuenta de su distinción de éstos y adquirir la liberación de todo dolor y sufrimientos.” De modo que “la supresión de la voluntad individual” es una meta final del yogi, o practicante de yoga.
Otra meta del yogi es el desarrollo de la percepción extrasensoria. Se especifica cierta postura invertida sobre la cabeza como aquella “para los que desean desarrollar poderes extrasensorios como la comunicación telepática y la clarividencia.” Según la enseñanza yoga, Kundalini, el poder de la serpiente, está situado en la base de la espina dorsal. Una vez que éste se despierta, se le hace ascender la espina dorsal a través de seis etapas, o sakras, a la residencia de la deidad Visnú en el cerebro. Cuando este “poder de la serpiente” llega a cada sakra, se dice que el yogi experimenta nuevas clases de poderes psíquicos. Finalmente, después de años de esfuerzo, con la “unión de Kundalini con Visnú,” el yogi persistente adquiere la meta del samadhi, el estado de completa iluminación o superconsciencia.
Asociado con las diversas posturas yogas hay un sistema elaborado de ejercicios respiratorios. Concerniente al control de la respiración yoga se nos dice lo siguiente: “Su significado ha sido reconocido aun por la bien conocida médium [espiritista] Eileen Garrett . . . ‘El control de la respiración,’ dice ella, ‘desempeña una parte importante en todos mis trabajos supranormales.’”—Forever Young Forever Healthy, by Indra Devi.
Luego vienen la concentración y la meditación. El estudiante puede concentrarse en la punta de una vela encendida, mirando fijamente la llama hasta que le vengan lágrimas a los ojos. Luego, con los ojos cerrados, mantiene la imagen mental tanto como sea posible. ¿Por qué? Para poner a la mente, en última instancia, en blanco total. Después viene la meditación prolongada en una idea, lo cual lleva a la autohipnosis.
Las manifestaciones del “poder de la serpiente” son numerosas. Incluyen: “Conocimiento del pasado y del futuro. . . . Conocimiento de la mente de otros . . . Conocimiento de las cosas diminutamente pequeñas, ocultas y distantes . . . clarividencia . . . Levitación . . . Claraudición.”—Yoga Dictionary, por Ernest Wood.
Como hemos notado, uno de los objetivos del yoga es la ‘supresión de la voluntad individual.’ Sin embargo la Biblia alienta, no a suprimir, sino a ejercer la propia voluntad de uno en armonía con la voluntad de Dios. Jesucristo dijo: “No busco mi propia voluntad, sino la voluntad del [Dios] que me envió.” “He bajado del cielo, para hacer, no la voluntad mía, sino la voluntad del que me envió.” (Juan 5:30; 6:37, 38) Jesús todavía tenía ‘su propia voluntad,’ pero ejercitaba esa voluntad en hacer la voluntad de Dios.
En esto, Cristo puso un ejemplo para sus seguidores. Además, en vez de insinuar que la voluntad individual debería ser suprimida, el apóstol cristiano Pablo les dijo a compañeros creyentes que “Dios . . . está actuando en ustedes a fin de que haya en ustedes tanto el querer como el actuar.” (Fili. 2:13) Esto no se parece en nada al concepto yoga, ¿no es así?
¿Y qué hay de la concentración que pone a la mente totalmente en blanco? ¿Y qué hay de la meditación que conduce a la autohipnosis? En ninguna parte asocia la Santa Biblia el pensar cristiano y la meditación con prácticas de esa índole. El apóstol Pablo sí instó a Timoteo: “Reflexiona sobre estas cosas, hállate intensamente ocupado en ellas.” (1 Tim. 4:15) Pero Pablo estaba aconsejando a este joven que reflexionara, que meditara, sobre su enseñanza personal, su conducta y ministerio. El apóstol no estaba recomendando ninguna clase de trance conducente a la fijación del pensamiento en una sola idea u objeto. Tampoco se le estaba diciendo a Timoteo que pusiera la mente totalmente en blanco.
En realidad, hay un gran peligro en poner la mente totalmente en blanco. Jesucristo lo indicó así al decir que cuando un espíritu inmundo sale de un hombre y después halla esa “casa” barrida y adornada, “va por su camino y toma siete espíritus diferentes, más inicuos que él mismo, y después de entrar, moran allí. Y las circunstancias finales de ese hombre resultan peores que las primeras.” (Luc. 11:24-26) Sí, una mente en blanco es una presa fácil para los demonios. Pero el cristiano, por medio de la meditación apropiada en las verdades bíblicas puede resistir a estas criaturas espíritus inicuas.—Efe. 6:11-13.
¿Y qué hay del desarrollo de la percepción extrasensoria del yogi y esas manifestaciones del “poder de la serpiente” como conocimiento del futuro, clarividencia, levitación y claraudición? Un incidente bíblico nos permite identificar la fuente de esas cosas. En Filipos, “cierta sirvienta que tenía un espíritu, un demonio de adivinación,” se encontró con Pablo y sus compañeros. “Proporcionaba ella mucha ganancia a sus amos practicando el arte de la predicción,” dice el relato. Pero el apóstol Pablo ordenó, en el nombre de Jesucristo, que el demonio saliera de ella, “y salió en aquella misma hora.” ¿Con qué resultado? Ya no pudo predecir más el futuro. (Hech. 16:16-19) Un demonio había sido responsable de su poder misterioso.
La verdad escueta es que el “poder de la serpiente” del yoga es espiritismo, el cual se condena en la Biblia. (Rev. 21:8) Principalmente detrás de ese poder oculto está la “serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada.” (Rev. 12:9) Guárdese contra el engaño de parte del Diablo y sus demonios. Obtenga ayuda de la Palabra de Dios, la Biblia. Definitivamente el yoga en ninguna forma puede beneficiarlo. Solamente puede hacerle daño.

No hay comentarios: